Nueva York.-En El Bronx vive la mayoría de los dominicanos de la ciudad, somos la mayoría hispana del condado, pero no tenemos representación política.
En Manhattan y Brooklyn hay menos dominicanos, pero esos dos condados tienen un vicepresidente dominicano. En el condado de El Bronx, donde somos mayoría, ningún dominicano ocupa posiciones de importancia.
El Bronx sufre el más descarado nepotismo político posible.
Hay dos maquinarias boricuas controlando los cargos electivos y la junta de elecciones. Escogen los candidatos, cuentan los votos, siempre ganan. El asambleísta José Rivera llevó a sus hijos e hijas y sus cónyuges a la mayoría de las posiciones electivas y la junta de elecciones. Hasta la ex niñera de su hijo menor fue electa concejal.
El reverendo senador Rubén Díaz, padre del preside el Condado de El Bronx, Rubén Díaz Jr., controla otra maquinaria.
Un grupo de líderes dominicanos decidió romper ese control movilizando el voto dominicano.
Y llaman a votar por Héctor Ramírez para asambleísta por el distrito 86. Líderes religiosos, de taxistas, bodegueros, activistas comunitarios, del partido demócrata y de los partidos dominicanos, proclamaron su candidatura.
Elegir a Héctor, aseguran, iniciará el empoderamiento político dominicano en El Bronx.
En el 2014 Héctor le ganó las elecciones a las maquinarias por 40 votos. Recontaron durante un mes, le restaron votos, policías intimidaron a sus votantes. Un día “aparecieron” ocho votos en un sobre, y Héctor perdió por dos votos.
Luego hicieron algo ridículo intentando invalidarlo, tras robarle las elecciones, acusaron a Héctor, el perdedor, de hacer fraude.
Los dominicanos del Distrito 86, de Morris y University Heights, en los códigos postales 10453, 10457 y 10468, deben votar por Héctor en las primarias del 13 de septiembre.
Un triunfo contundente de Héctor iniciará la construcción una sólida base política dominicana en El Bronx.