En las elecciones congresuales y municipales del 2010 más de 1 millón 363 mil 748 electores (43%) votaron por el PRD al Congreso, pero se quedaron sin un solo senador, mientras que el PRSC con 204 mil 239 votos (6.7%), obtuvo un representante en el Senado.

Con ese representante el PRSC participo en decisiones que afectaron al PRD que obtuvo una votación 6.5 veces mayor.

Más aun, fruto de la mecánica de un senador por provincia, Pedernales, con apenas 16 mil131 electores (en el 2010) tiene un senador, mientras que los 218 mil 742 votos obtenidos por el PRD en la Provincia de Santo Domingo, así como sus 144 mil 955 votos en el Distrito Nacional quedaron sin representación ni participación en las decisiones del Senado. 

En la mayoría de las naciones democráticas, el principio de la distribución de la autoridad política en el Congreso es el de la representación proporcional. En ese sentido, el sistema electoral se diseña de modo que el porcentaje de votos obtenidos por un partido sea igual o aproximado a su porcentaje de escaños en las cámaras, más o menos.


En el caso de un congreso de dos cámaras se aplica la formula de proporcionalidad de D’Hondt  para conformar la cámara de diputados. Esa fórmula también se utiliza para la distribución de escaños en los sistemas unicamerales, como en Venezuela, Perú y otras naciones de Centroamérica.

Ahora bien, para conformar el Senado se utiliza la mayoría simple, la formula D’Hondt u otro método, dependiendo de si se va a elegir uno o más senadores por provincia, estado, región o circunscripción.

En Colombia, el país se constituye en una circunscripción para elegir 100 senadores que se distribuyen entre los partidos aplicando la proporcionalidad de D’Hondt, 

En Paraguay también se hace una  circunscripción nacional para elegir 45 senadores distribuidos según el citado principio.

En Chile, México, Brasil, Bolivia y Argentina los senadores se distribuyen de una manera tal que nunca un solo partido lo tendrá todo.

Sin embargo, en pleno 2016, mantenemos una forma ineficiente y antidemocratica de integrar de  nuestro Senado porque deja la brecha para que un partido monopolice la representacion en la llamada Cámara Alta.