El diagnóstico del Centro Histórico de Santiago de los Caballeros fue actualizado por el Consejo Estratégico (CDES) y los consultores Edwin Espinal, Julio Corral, Cesar Payamps, Rosemary Franquiz, Laura Trueba y Juan Castillo, apoyados por la labor interactiva de cuatro comisiones técnicas, juramentadas en su momento (2007) por el Arzobispado Metropolitano, entidad presidente del Consejo del Centro. Ellos realizaron un trabajo excelente que si se consulta permitirá una gestión estratégica que asegure “repensar asertivamente” este proceso. Incluimos el proyecto de la arquitecta austríaca y amiga, Tamara Egger para el Ayuntamiento, BID y CDES, denominado: ¡Volvamos al Centro!, al Corazón de la Ciudad Corazón.

Todo este esfuerzo técnico contó con la participación de más de 110 representantes de instituciones que fueron animados por cuatro coordinadores aportados por diversas entidades como el Ayuntamiento de Santiago que apoyó la Comisión de Uso de Suelo, Espacio Público y Patrimonio. Las propuestas de gobernabilidad del Centro Histórico realizadas en el marco de leyes, reglamentos y normativas municipales fueron coordinadas por la Asociación para el Desarrollo Inc. (APEDI), en la persona del sociólogo Enmanuel Castillo. Para valorar la dinámica económica de este sector la Comisión de Economía, coordinada por la Cámara de Comercio. Quien suscribe en representación del CDES animó las propuestas de promoción y civismo cooperante, vía otra comisión técnica.

Replicando creativamente la metodología empleada en el Plan Estratégico de Santiago (PES), los consultores presentaron al Consejo del Centro Histórico de Santiago, presidido para la ocasión por el Arzobispado Metropolitano de Santiago e integrado por nueve entidades seleccionadas por el Concejo Municipal de Regidores del Ayuntamiento de Santiago, vía la Ordenanza Municipal No.2560-2006, un diagnóstico consensuado con los actores de las comisiones técnicas, así como un enfoque o plan de acción para el centro histórico, que debe enriquecerse con la propuesta del BID para el Centro Histórico a cargo de la arquitecta Egger.

Ahí podrá encontrarse un enfoque de actuación para el uso de suelo del centro histórico y de aprovechamiento de espacios públicos, y otros ejes. También un análisis crítico sobre el “Eventismo versus una Gestión Cultural integral”.  Nos parece que las más 110 entidades religiosas y culturales que interactúan en el casco histórico deben concurrir en un creativo programa común que haga converger la ferviente religiosidad y la creativa animación sociocultural santiaguera.

El Colegio Santa Ana, antigua sede militar y la Iglesia San Antonio permiten muchísimo, la restaurada Catedral Santiago Apóstol, y su colindante Salón “Monseñor Roque Adames”, consienten mucho más. La Gobernación con su Patio Caribeño es ideal para debates y tertulias. El remozamiento integral del Parque Duarte y de su Glorieta, ha sido fundamental. El Palacio Consistorial sede del Ministerio de Cultura, con sus excelentes salas de exposiciones de obras, el Instituto de Cultura y Arte (ICA), Centro de la Cultura, Casa de Arte y la 37 por las Tablas, acumulan un capital humano y cultural que poseen pocas ciudades del Caribe y Centroamérica. Todos estos equipamientos culturales convergen en la remozada calle Benito Monción.  Que bueno no decir del Parque Valerio, su mágica fuente y anfiteatro, el Parque La Constitución, el Parque Imbert y la Avenida Hermanas Mirabal. Por igual el Parque Colón y su pequeño pero atractivo anfiteatro y asimismo la Iglesia San José y La Altagracia, el Salón de “Los Caballeros” y otros parques plazas del centro.

El Centro Histórico y su entorno, tienen hermosas plazas y parques para transformarse en la zona más visitada del Cibao. Ya lo es, pero queremos que lo sea por una gestión cultural creativa, que planifique actividades y haga concurrir acciones. El Cibao entero puede llegar al centro histórico, si el Cibao entero tuviera en sus manos un Calendario-Almanaque de actividades religiosas y culturales. Misas, Ceremonias de Fe, actividades de evangelización, bautizos, primeras comuniones, confirmaciones y matrimonios, pueden concurrir con innovadores festivales, fiestas, conciertos, conversatorios, exposiciones y ferias.

Todo se puede alinear y todo se puede programar para que tenga conexión y coherencia social.  El calendario anual de la Arquidiócesis Metropolitana es vital, la gestión de la Catedral Santiago Apóstol fundamental y el programa cultural de las diversas entidades públicas y privadas tiene que ser el resultado de una gestión cultural articuladora del desarrollo local.