Comme d’habitude,  vivo confundido.  Recientemente he leído una aplaudida tesis:  la DSI  es un orden moral. ¿No una ideología, una doctrina, elevadas hacia lo sublime y anclada en nuestra bestialidad,   por las enseñanzas del Evangelio que la guia hacia medidas buscando acelerar  el  desarrollo, la  armónica evolución, humana?    ¿moral como regulación del comportamiento de los miembros de una cultura, o sea regular lo católico –y su  integración a lo local?  ¿La moral de cara al pasado, la doctrina de frente al futuro?   No es la moral el ejemplo par excellence del relativismo cultural, apegada a los valores in situ? Al otro extremo, cuando la doctrina social de la Iglesia emplaza a la persona y a su sociedad ante la luz del Evangelio, ¿es eso solo "moral"? Confundido estoy.
Si es solo "moral" he estado hablando y actuando en la práctica enmarcado en  una ideología inexistente…  Bueno, sea dentro de  un marco moral, ideológico, doctrinal o descarado,  el apoyo  a los movimientos cooperativos y a la pequeña y micro empresa, así como la competencia mesurada a todos los niveles  y el papel del estado "intervencionista" en un contexto democrático, y con sagrado respeto a los derechos humanos, todos  inspirados en gran medida por la Rerun, Humane Vitae, Laboren, Rei Socialis, y Centesimo Annus y otros   han dado nobles frutos. Mas aunque los frutos se vean, la confusión reina.
 Por no tener una postura coherente y articulada, o tempora o mores,   los marxistas, socialistas, capitalistas, monopolistas, consumistas, y demas istas nos  han desplazado de la  preponderancia en el pensar individual y colectivo (o sea, social) de nuestra era.  En vez de impulsar al hombre hacia el Omega de su plena realización humana, ¿por falta de un marco comprensivo anclado en el Evangelio, habremos  quedado solamente de testigos mientras vemos la comparsa pasar? ¿Testigos ante la creciente bestialisación de nuestra especie, de su cinismo aislante del prójimo, atomizado entre los suyos propios, totalmente enajenado?  Seres quebrados en una sociedad sin el menor concepto de la moral, la ética, la integridad, o  la justicia social? Volveremos a los Quevedos del Siglo de Oro de la corrupta Madre Patria, "Poderoso caballero, Don Dinero–cuanto tienes, cuanto vales"
¿Como alcanzar una mayor armonía entre el poquito de los muchos y el mucho de los poquitos? ¿ Entre quienes  envenenan el planeta y quienes solo les queda morir escualídamente  en el planeta? ¿Como promover, en forma real, medible, un mayor equilibrio  entre los humanos y sus instituciones;   a nivel moral, económico, social, familiar, y tecnológico–en un mundo crecientemente amoral? ¿bastará lo moral?  O incluye lo  "moral"  todos los demás aspectos del desarrollo humano, su familia y sociedad? ¿el derecho inalienable de mujeres, hombres y jóvenes de poder ganar el pan con el sudor de su frente?
Quizás estas filigranas resuenen como  árbol desplomándose en bosque solitario. Mas, en su trasfondo, intentan sentar las piedras claves en los puentes que lleven a futura evolución, de  Cuba en particular, y del Caribe en cariño.  Alabama o Noruega?  Haití,  República Dominicana, Costa Rica, Chile?  Estas afligidas islas y países ofrecen modelos de muchos matices.  Hechizador mosaico de colores!  Desde el totalitario y cruel Trujillo, a  los conatos de izquierda en la aun violenta  Jamaíca, al Fidelismo romántico y absoluto de la megalomaniaca y fracasada dictadura cubana,  pasando por la distopía política y económica de Haití, el colapso económico de Puerto Rico, la corrupción a ultranza y prosperidad de los pocos en  la Rep. Dom, y las peculiares instituciones de los peñascos formando las  Antillas Menores con una sagaz  afinidad a sus antiguas o actuales metrópolis.  Vemos en las Antillas Mayores una sed, una necesidad de alternativas hacia un devenir  libre de las cadenas del pasado.  Colaboremos en crear un prospero y digno destino para esa búsqueda.  La Doctrina Social de la Iglesia, ampliamente comprendida, ofrece ese destino.
Aun cuando seguiremos confundido,  ladrarán los perros.