“Las ideas de la clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas dominantes” (Marx)

Algunos gurúes del devenir de los hombres, se han atrevido a reafirmar como un sofisma que vivimos en la etapa de la historia en que han finiquitado las ideologías. Y realmente su afirmación, lo que viene  a demostrarnos que su planteamiento es parte de una ideología y que vivimos en el capítulo de la historia humana en que se acentúan los rasgos de una ideología abrumadora, que pretende recogernos y meternos en un mismo saco como si fuéramos yuca o cualquier fruto del campo.

La ideología nace de las ideas. Si pensamos o si otros nos piensan para que no pensemos y actuemos en consecuencia, estamos hablando de ideología. No hay un espacio de la vida humana que no haya sido penetrado de manera implacable: la escuela, la universidad, la religión…El vendedor ambulante, buhonero, limpiabotas, motoconcho, mecánico, el profesor, el banquero, industrial, el economista, el político…todos son parte de una ideología determinada…cada cabeza piensa a partir de donde pisan los pies.

“Las ideologías son, en este sentido, algo que alguien trata de imponernos” (Robyn Quin)…”es el discurso del poder, especialmente del poder dominante” (Leonardo Boff)… y lo imponen de manera sutil, a la buena o a la mala, para que actuemos apegados a unos intereses, a unas ideas y a una visión de las cosas, de los cuales a veces no somos conscientes, pero que nos viran hacia la derecha, la izquierda, hacia arriba o hacia abajo. Alguien decía, “dime cuales intereses defiendes y te diré quién eres”.

La ideología imperante, esa que hoy nos moldea, exalta el mercado y todo lo ve como mercancías, con precio de compra y venta; mira como deidad a la propiedad privada por encima de la existencia humana, el dios al que debemos ofrecer el bienestar de cualquier comunidad, con el respaldo de las leyes que se hacen y se harán; el derecho inalienable a la individualidad y la intimidad, que nos subdivide en dos (la intimidad personal y la del espacio de los chat y correos); todo está subyugado al bienestar personal, incluso la ética; el dolor es una derrota, por lo que aspiramos a los anestésicos y calmantes, también a los alucinógenos que nos producen  placer; la naturaleza es una esclava nuestra, al estilo baconiano, lo que justifica la producción de riquezas a cualquier precio (la eficacia); la Tv es un máquina de trasmisión de mentiras y engaños…los espectáculos artísticos son los espacios para la alienación y la propagación de la banalización de la vida, como el pan y circo romano.

Si esto no es ideología que moldea, seduce, empuja, atrae, obliga, permea, que será entonces?