El mes de agosto tiene un significado especial en el Instituto Superior de Estudios Educativos Pedro Poveda -ISESP. Es el tiempo de su fiesta de aniversario. El 11 de agosto de 2016 marca la fecha en que fue aprobado por el Consejo Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. El ISESP nace como un Instituto Especializado en Ciencias de la Educación; por ello la fuerza que tiene en esta institución lo que se piensa, lo que se hace y lo que se deja de hacer en el campo de la educación y en los escenarios de la Educación Superior. Los que formamos parte de la familia del ISESP hemos vivido un año intenso, complejo y desafiante. Estos tres rasgos tienen evidencias muy específicas; cada uno constituye un cauce para el aprendizaje individual y para el aprendizaje colectivo o institucional. El período 2016-2017 ha sido intenso por todo lo que supone echar a caminar una institución en su tiempo fundacional. Esta intensidad quedó reflejada en los trámites legales ante las oficinas del Estado Dominicano y ante las entidades bancarias.

Nos satisfizo observar la meticulosidad con que se realizan los trámites de legalización de una institución determinada en las entidades públicas y privadas. Pero, al mismo tiempo, nos preguntamos cómo es posible que haya tanto desfalco, tanto trasiego de narco dólares y tanta evasión de impuestos con un sistema que te exige cumplimentar, sellar y firmar múltiples documentos; un sistema que te demanda incontables visitas a las oficinas, además de las llamadas telefónicas y las consultas por vía electrónica. Realmente es un aprendizaje amplio y situado de la legislación dominicana aplicada a las instituciones que van a iniciar sus operaciones. Al hacer balance de este primer aniversario del ISESP, valoramos el aprendizaje adquirido sobre la distancia existente entre el rigor de los trámites legales para la puesta en acción de una institución y la permisividad para el funcionamiento ilegal de entidades y operaciones que afectan las contribuciones fiscales.

Hemos participado de un año complejo centrado en el interés de articular el Instituto Superior de Estudios Educativos Pedro Poveda con el mundo de la Educación Superior, en el país y en el exterior. Para ello hemos tratado de gestionar la complejidad con inteligencia y humildad para detectar los mejores caminos que pudieran conducir al ISESP a una interrelación ascendente en el contexto local e internacional. Otro aspecto vital en este año complejo fue dar pasos firmes en el desarrollo institucional, al tiempo que se ha ido construyendo su identidad y su cultura específica. Un factor importante en estos procesos de construcción ha sido la motivación y el deseo ferviente de las personas involucradas de hacer del ISESP un centro marcado por la calidad académica, por la pulcritud ética y por el diálogo permanente con la sociedad, especialmente con los educadores. Agradecemos también en este período todo lo aprendido en un ambiente social y académico de acogida, de apoyo y también de cierta desconfianza hacia una institución que tiene en sus orígenes una trayectoria significativa en el campo de la formación de educadores y que, con fundamento, puede aportar e interpelar con respecto al modo de pensar y de hacer educación

El año 2016-2017 fue para el ISESP un año desafiante. Esto supuso para el personal, colaboradores y amigos un trabajo más dialogado y esperanzador. Los desafíos han marcado nuevas rutas en orden a una lectura actualizada de las necesidades prioritarias de la educación superior dominicana. Son desafíos que reafirman la importancia de realizar un trabajo académico en el que la investigación tenga terreno propio. Los desafíos nos indican, también, que la formación de los educadores pasa por un proceso cualificado de análisis y acompañamiento de la práctica educativa. Desde esta perspectiva, se impone el destierro de una educación superior que se distancia de los centros educativos y de los contextos más inmediatos de los actores de los procesos educativos. Estos desafíos nos urgen, además, a una mirada permanente a los cambios que la educación superior va experimentando en el mundo y en el continente. Nos toca una contribución acertada para que estos cambios impacten la educación superior del país; para que la movilicen y esta se disponga a reinventar su modo de entender y asumir la cuestión académica hoy.

La fiesta del primer aniversario alcanzó la síntesis en una celebración eucarística presidida por Monseñor Benito Ángeles y el sacerdote Alejandro Valera. Ambos le dieron un toque espiritual y festivo a una celebración que nos puso a vibrar a todos. La alegría y el gozo se expandieron en un ambiente en el que las espigas, la sal, las propuestas académicas, el pan y el vino fueron expresiones de todo lo que ofrecemos y del compromiso que renovamos por una educación superior transformadora y humanizante. Fue una Eucaristía inclusiva, pues tuvimos muy presentes los problemas del pueblo dominicano, los sufrimientos de muchos maestros. De igual modo, apelamos a la paz en el mundo para lograr más respeto a la vida y más armonía en las familias.

Cumpleaños feliz, una canción sin edad, sin lugar ni dueño, se hizo presente en una sala adornada con plantas y flores naturales. Tanto las plantas como las flores impregnaron de energía las voces de los presentes; la felicitación del primer aniversario se expandió más allá de la sala, tocó los árboles del jardín y aportó ritmo y serenidad a la Avenida Isabel Aguiar de Santo Domingo Oeste. El ISESP se compromete a multiplicar los logros alcanzados en este primer año; y a ponerlos al servicio de la educación dominicana y de la sociedad en general. La vivencia de este primer aniversario nos dice que es una experiencia para compartirla y agradecerla una y otra vez.