I love NY. ¿Cómo es que dice el poema de Brodsky? No es New York Lullaby, "Buenas Noches, don’t mind the roaches", no, es Exeter Revisited, donde él pregunta qué se necesita para jurar amor a una ciudad que no es la de tu nacimiento, ingeniosamente mencionando "un par de palomas blancas, la fecha de expiración de un tratado indio, el Atlántico con su larga y auto derrotada invasión".

Me parece que un problema del emigrante es el manoseado tener un pie aquí y el otro allá. Ese pensar que estás de paso, en tránsito, en una ciudad donde vivirás 11 meses y 15 días del año, por muchísimos años, es lo que te hace nostálgico. ¿Cómo es que dice el ensayo de Brodsky?:

"Nostalgia, simplemente un fracaso de bregar con las realidades del presente o las incertidumbres del futuro".

Sé que todos tenemos algo de Odiseo. Queremos desandar el mundo y después de muchas aventuras, grandes infidelidades y crímenes menores regresar a Penélope y a Telémaco (qué nombrecito); pero la vaina es que muchos de nuestros Odiseos ya tienen sus Penélopes y sus Telémacos viviendo con ellos, ya les sacaron greencards y, sin embargo, todavía pasan los mejores años de sus vidas imaginando un regreso a una Ítaca que no es el reino de sus recuerdos. Ahora es un pueblo de abuelos muertos, novias adolescentes convertidas en criaturas mandonas llamadas Doñas, flamboyanes que se han secados en protesta contra la bulla y el mal gusto. Sé que todos extrañamos el eterno sol de Quisqueya, pero los diasporeros debemos tratar y adaptarnos a la bondad del cielo nublao y frío del nuevo hábitat elegido, o impuesto, si queremos ser felices en esta nueva vida donde la policía no te atraca.

¿Cómo es que dice el poema de Brodsky?:
"En la nueva vida, una nube es mejor que el sol brillante".