Nota aclaratoria:

Con relación al tema de la rehabilitación energética, hacemos nuevamente la aclaración de que este tipo de rehabilitación se adapta a lo establecido dentro del marco de las medidas de mejora aplicables- en el ámbito europeo- como propuesta en las certificaciones energéticas. Dicho esto la información que hemos estado compartiendo por este medio entre en el ámbito de la cultura general arquitectónica .

Siguiendo con el aislamiento o la mejora de las prestaciones térmicas en las fachadas y entrando en una tercera vía de solución, que descarte el aislamiento por el interior y por el exterior, se puede hablar de la inyección de aislamiento en la cámara interior del muro. Esto, desde luego, es factible para los muros de fábrica de ladrillo o de bloque de cemento, siempre que exista una cámara de aire entre esta fábrica y una piel exterior.

Es bueno señalar que esto además de dotar al cerramiento de un nivel de aislamiento adicional, le confiere cierto grado de resistencia y rigidez. El material que comúnmente se utiliza es la espuma de poliuretano inyectada de baja densidad.

La cubierta

De los elementos de cerramiento que quedan expuestos a los fenómenos climáticos, la cubierta es posiblemente el elemento que más expuesto queda a los mismos. Para mejorar sus prestaciones térmicas se parte del mismo principio que para las fachadas.

Una cubierta puede ser rehabilitada energéticamente tanto por el interior como por el exterior, de la misma forma e igual que con las fachadas, todo pasa por reducir o no espacio interior, en este caso altura interior.

Aislando por el exterior no se altera la altura interior ni se producen molestias para los usuarios del edificio. Al aislar por el exterior se puede resolver, con relativa facilidad, el tema de los puentes térmicos. También es más fácil aprovechar la propia inercia térmica de la cubierta, es decir su capacidad calorífica (en el caso de que sea forjado de hormigón y/o cerámico).

Existen varios sistemas y tipos de materiales utilizados para el aislamiento de la cubierta por el exterior. En otros artículos podríamos tratar sobre los mismos.

El aislamiento por el interior supone una intervención que afecta en gran medida el desenvolvimiento de las actividades habituales de los usuarios del edificio. También – y en contraposición con los sistemas de aislamiento exterior – se reduce la altura interior del espacio habitable.

Como contraprestación frente al aislamiento exterior, al aplicar la solución por la parte de dentro se evita intervenir los elementos exteriores de la cubierta como tejas (cerámicas o asfálticas) con el consiguiente ahorro que esto podría suponer.

Muchas veces y por evitar cualquier imprevisto (posibles infiltraciones futuras de agua o de aire) se opta por aislar interiormente y solucionar el problema térmico sin tocar elementos constructivos y/o estructurales del edificio.

Seguimos la próxima semana.