Los variados productos de este poderoso sector empresarial se venden en unos 50 mil establecimientos en todo el país, cada uno con por lo menos tres empleados (incluyendo un “delívery”). Su derrama económica directa llega, además, a centenares o miles de protectores: policías, soldados, políticos y funcionarios de toda categoría. Impacta, con grandes inversiones, los sectores inmobiliario, automotriz, comercial, hotelero, transportista y gastronómico. El capital que mueve en los bancos,  en pesos y dólares, es sencillamente incalculable…¿Qué van a acabar con el negocio de las drogas?… (Mejor que nos hagan uno de Caperucita).