Nueva York.-El Presidente Donald Trump, es casi seguro, enfrentará el segundo Gran Jurado del fiscal investigador independiente Robert Mueller.
El primer Gran Jurado en la investigación sobre los posibles contubernios entre la campaña presidencial de Trump y el gobierno de Rusia funciona en Virginia.
Ahí investigan al ex asesor de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn, acusado de lavado de activos y de ser agente del gobierno ruso.
A los últimos dos presidentes interrogados por un Gran Jurado, Richard Nixon y Bill Clinton, dos políticos profesionales, les fue muy mal.
Trump no es político profesional, le puede ir peor, carece de la delicadeza, paciencia, cautela y humildad para salir airoso del Gran Jurado, la tendrá bastante difícil.
En 1974, ante el Gran Jurado, quedó claro que Nixon era más culpable que el pecado mismo, y renunció para evitar la cárcel.
En 1998, ante el Gran Jurado, Clinton negó su relación con Monica Lewinsky, pero un vestido azul marino con sus espermatozoides presidenciales lo delató como culpable de perjurio. Fue enjuiciado ante el Senado por ese delito, pero se salvó por cinco votos, 55 a 45.
Aunque nieguen que el Gran Jurado sea una pesca, buscando cualquier cosa, o una cacería de Brujas, como dijo Trump, lo de Clinton demuestra que lo es.
El Gran Jurado de Clinton fue constituido para investigar sus finanzas como gobernador de Arkansas, pero lo “engancharon” con un vestido azul en la Oficina Oval.
Un Gran Jurado dura de 12 a 18 meses, aunque puede extenderse.
Hillary Clinton enfrentó un Gran Jurado con la investigación de sus correos electrónicos, salió bien.
Los demócratas quieren sacarlo, algunos republicanos, que desprecian a Trump, podrían sumarse a esa causa.
Si pescan, encontrarán pescados, si cazan brujas, encontrarán escobas, cuando retorne de vacaciones, Trump tendrá días bastante difíciles.