Nueva York.-Las paradojas siempre ponen a la verdad en la cuerda floja, por eso le encantaban a Lord Henry, en el Retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde. Cuando está en peligro, asegura Lord Henry, la verdad debe reveler su esencia verdadera, o sucumbir al abismo de la mentira.

Como concepto abstracto eso suena fantabuloso, pero aplicado a la realidad resulta en extrtemo delicado, y ciertamente complicado. Porque cuando la verdad fundamental esta en la cuerda floja, cuando la verdad misma peligra, todos corremos riesgos y debemos prepararnos para replantearnos muchísimas cosas que creemos.

El sistema politico estadounidense devino en una gran paradoja.

El 109 por ciento del electorado desprecia a “lo mejor” de ambos partidos, asistimos a un momento único.

Donald Trump, el casi seguro candidato republicano, tiene la más alta tasa de rechazo que haya tenido aspirante presidencial alguno, lo rechaza un 57 por ciento del electorado. Claro, él no está solo en esa galería de candidatos despreciables, a Hillary Clinton, la casi segura candidata democrata, la rechaza el 52 por ciento del electotrado.

Estamos ante una gran paradoja, el triunfo del rechazo.

Ambos triunfadores rechazados tienen muy serios problemas. Hillary no tiene ideas de cómo enfrentar a Trump, porque el tipo es absolutamente atípico. Trump no tiene ideas de como armar una campaña política, insiste en hacerlo “a su manera” y está estancado.

Los triunfadores rechazados están enfrascados en su anti-campaña electoral. De ellos saldrá el próximo presidente estadounidense, que arrancará con mas de un 50 por ciento de rechazo.

La sucia y negativa campaña electoral que se anticipa aumentará el rechazo del triunfador, imposibilitándole armar un auténtico “gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo”. Esa verdad fundamental ahora está en la cuerda floja. Nadie, absolutamente nadie sabe si sobrevivirá a ésta paradoja.