Nueva York.-El 86 por ciento de los 3 millones de demócratas neoyorquinos, no votó en las primarias del martes 12, sólo votaron 440 mil; esto evidencia algo muy serio.
Hastiada de los políticos tradicionales, la gente los rechaza de manera abierta, y no es nuevo.
En el 2008, los votantes rechazaron a Hillary Clinton y al senador John McCain, políticos profesionales, escogieron a Barack Obama, un organizador comunitario.
El triunfo de Donald Trump ratificó la tendencia.
El sistema partidario tradicional vive una crisis profunda. Los republicanos creen que Trump ganó, por ellos, pero fue a pesar de ellos.
En su ultimo libro, Hillary Clinton acusa a todo el mundo, sus madres y el perro del vecino de su derrota.
Las dinastías Clinton y Bush manipularon sus partidos hasta destruirlos.
Latinoamérica copió el modelo, hoy no hay partidos ni ideologías, solo hombres o grupos de hombres atornillados al poder.
Evo Morales gobierna Bolivia desde el 2006. Daniel Ortega gobierna Nicaragua desde 2007. El chavismo gobierna Venezuela desde 1999, ahora Nicolás Maduro imita a Marcos Pérez Jiménez.
En República Dominicana Trujillo se bifurcó en Leonel Fernández-Danilo Medina, gobiernan desde el 2004, la “alternabilidad democrática” es Danilo o Leonel, “no hay nadie más”.
Manipulando los sistemas electorales, estos grupos eliminaron las formas institucionales de alternabilidad.
Aquí republicanos y demócratas pueden dividirse, Trump se reelegiría con un tercer partido, grandes transformaciones generan grandísimas confusiones.
El proceso “le pasó por encima” a los politicos que debían dirigirlo; una transformación política sin politicos ni ideologías, resulta súper espectacular.
Con la transformación planetaria actual, y la transformación tecnológica del internet, la transformación política resulta ineludible.
Los politicos nunca imaginaron que ésto fuera ni remotamente posible.
Trump encabezando ésta transformación política, demuestra que el destino, y su amante la historia, comparten un perverso sentido del humor.