El Ciudadano Ejemplar imaginó el flamígero trabuco de la vieja noche (y sonrió); las primeras estrofas de aquel patriótico tema musical (y sonrió); el despliegue de palmas y olivos, biblias, cruces, primeros testamentos, dios-patria-y-libertades (y sonrió); los cuatro cuarteles del azul de los mares y el rojo copiado de la sangre (y sonrió); la procesión de héroes y mártires que nos dieron tanta Patria. Y después de todo eso, prendió el televisor… ¡Quedó fulminado por una descarga cerrada de take by sale en radical y absoluto inglés. (Llegué tarde al lugar. Sólo encontré los más tristes despojos del triste caso transcultural).