Oye, tú, este es un caso DOMINICANO; el de miles de humanos cultural y espiritualmente DOMINICANOS, como tú; que nacieron y crecieron en esta tierra, donde radican sus sueños y han hecho patria, familia y oficio, como tú; DOMINICANOS que ahora son negados, aplicándoseles retroactivamente una ley absurda e inhumana; que entre ellos puede estar tu mejor amigo, tu compañero de trabajo y hasta tú, si entre quienes te regalaron sus genes aparece un indocumentado. Oye, tú, ¿comprendes? (Como diría Juan Bosch, silencioso espíritu doliente descendiente de extranjeros, como tú, como yo, como todos).