Nueva York.-Los nacionalistas anti-inmigrantes de hoy pretenden ignorar que sus antepasados fueron inmigrantes y que ellos mismos pueden convertirse en inmigrantes en cualquier insospechado momento del futuro inmediato. Todos estamos donde estamos porque nuestros abuelos y bisabuelos, como sus abuelos y bisabuelos llegaron de otro sitio.

La historia humana es una historia de migraciones forzadas, empujadas por desastres naturales o crisis políticas.

Según la Biblia, Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, según la ciencia, los primeros humanos huyeron de África ante el avance de una Era Glacial; ambas migraciones fueron forzadas.

La migración original, empujada por el cambio climático hacen unos 90 mil años, salvó la especie humana de la extinción.  El cambio climático actual y las crisis políticas, empujan oleadas migratorias, la migración viene del instinto de conservación.

Entre el 2007 y el 2009, el norte de Siria, el granero nacional, sufrió la peor sequía en medio siglo, llegó la hambruna. Miles migraron a otras ciudades, el ambiente político se deterioró, estalló la Guerra Civil Siria.

Entre el 2014 y el 2018 una sequía prolongada dejó a Guatemala, Honduras y El Salvador sin alimentos.  Hambrunas, delincuencia y corrupción,  empujan las  caravanas de migrantes centroamericanos.

Muchos venezolanos eran muy ricos, hoy viven errantes, mendigan refugio y comida, la crisis política los empujó a migrar. Los libios eran muy felices, pero Barack Obama, Hillary Clinton y la Unión Europea destruyeran Libia con  un bombardeo.

Millones de sirios, libios, venezolanos y centroamericanos que nunca pensaron emigrar, hoy viven errantes, sus experiencias se replicarán.