Motivado por el ataque terrorista a Charlie Hebdo en París, se me acercó un amigo y me dijo:

“Detrás de todo hombre religioso duerme un fanático”, explicándome que no encontraba mucha diferencia en la actitud maniqueísta que tomaba nuestro Cardenal frente al asunto del aborto, con la de terroristas asesinos de inocentes.

Y me hablaba de matices, y me insistía que los fanáticos tienen la misma base irracional y maniquea. Que solo es cuestión circunstancias y de época para que lleguen a tomar acciones extremas, y preguntaba ¿Cuántos Torquemada en potencia viven hoy predicando el las iglesias sobre amor de Cristo?

Y luego me mostró una síntesis sacada de Wikipedia, una especie de “Test para un fanático religioso”, donde los expertos describen los rasgos comunes que presentan estos señores, su perfil sicológico, veamos:

1) Dogmatismo falaz: creencia en una serie de convicciones que no se cuestionan ni       razonan y cuya justificación lo es por su propia naturaleza o con relación a alguna autoridad.

2) Autoritarismo: afán de imponer la propia cultura, estilo o creencias y de forzar o inducir persistentemente a que los demás se adscriban a lo mismo. Creyendo poseer la verdad absoluta, opinando en todo de forma avasallante y contundente.

3) Intransigencia: no acepta los análisis críticos de sus ideas o comportamientos;

4) Maniqueísmo: las diferencias son consideradas de manera radical; no se admiten los matices;

5) Reduccionismo doctrinal o simplicidad de análisis interpretativo: la diversidad categorial suele encerrarse en pocas categorías contrapuestas: "buenos" y "malos"; "arios" y "no arios"; "fulanos" y "menganos" (para equipos deportivos por ejemplo);

6) Discriminación e intolerancia a la diferencia: desprecio y rechazo de lo que escapa a unos determinados modelos y etiquetas;

 7) Obsesión: El fanático en ocasiones abandona temporalmente una relación o debate, cuando las cosas se le escapan de las manos, aduciendo que la contraparte no está preparada para dialogar, o que no es respetuosa, o que es soberbia, etc. pero no lo demuestra;

8) Entrega incondicional: adhesión absoluta a un grupo ideológico, político o religioso que lleva a obedecerlo ciegamente.

Y entonces procedimos a aplicarle el Test al susodicho cardenal y vimos que el hombre aprobó con 8 sobre 8, el 100 %. Aunque los expertos opinan que basta con aprobar 3, para caer en la categoría de fanático.

Me decía que este señor ha sido capaz de ejercer desde su cátedra religiosa el “terrorismo sicológico”, peor que ametrallar, pues se trata de amenazar a las gentes con el castigo de un infierno. Capaz de chantajear con Excomunión al legislador dominicano por negarse a acatar sus creencias religiosas y dictados. Especie de fusilamiento ideológico.

Y por demás, chantajear al Presidente de la República por que no le aceptó su posición maniquea sobre el aborto; enfrentándolo políticamente, como político que es, como miembro de una Iglesia que odió y odia las ideas de Juan Bosch, con un Golpe de Estado en su haber, como culpable del fratricidio de la Revolución de Abril, manchándose de sangre, pero no con la sangre del amor de Cristo.

En fin: Todos exigiendo Sumisión, sea a su Corán o a su Biblia. ¡Qué más da!

Todos iguales.

Referencias:

http://es.wikipedia.org/wiki/Fanatismo