Dudo que ese coronel haya ido por su cuenta al Centro Bonó a meterse en lo que no debió importarle. Dudo que el jefe de la Policía haya dado esa orden ignorando la gravedad del hecho. Dudo también que el Ministro de Interior haya sugerido la acción sin pensar en las consecuencias políticas de lo que estaba haciendo. Dudo que el Presidente de la República haya consentido tan estúpida acción inconstitucional y tan políticamente inconveniente. Dudo todo eso porque no creo que ninguno haya olvidado aquellos 31 años con su memorable 30 de mayo y lo peligroso que ha sido en este país jugarse con candela.