El aporte de Barómetro de la Corrupción 2017, a través de la importante organización Transparencia Internacional, es invaluable, es sencillamente extraordinario para el mundo. Este Informe que aborda la problemática de la corrupción, con una modalidad o dimensión especial: los sobornos. Este Informe cobra mayor trascendencia, pues se trata de la victimización del soborno, de la corrupción.
¿Qué queremos decir? Que este Informe no es una percepción, es una investigación que atañe de manera puntual, certera, con aquellas personas que directamente tuvieron que otorgar, dar, sobornos para recibir determinados servicios públicos. Como diría el Informe, es la experiencia personal de aquellos que se han visto envuelto en ese atroz delito que pone de manifiesto la fragilidad de nuestras instituciones, que deberían ser el puente más expedito para dar servicios con calidad, eficiencia y eficacia.
En Dominicana la crisis de la corrupción, debilidad institucional, expresada en esta oportunidad en los sobornos, marca de manera grave, pues implica la doble y triple sangría de dinero para recibir un servicio público. Es más grotesco porque sabemos a través de la Tesorería de la Seguridad Social, que el promedio salarial ronda los RD$16,000 mil pesos, y el 80% en la sociedad dominicana gana menos de RD$20,000.00 pesos. Más nefasto todavía, cuando auscultamos que el 56% de la economía es Informal, sin considerar la economía subterránea. El Subempleo nos toca en un nivel de 16%.
Transparencia Internacional nos dice en esta oportunidad que somos el segundo país, colíder, nuevamente, con relación a los sobornos. Solamente superado por México, quien de cada 100 usuarios, 51 se han visto abocados a suministrar sobornos. En Dominicana, de cada 100 que recibieron servicios públicos, 46 se vieron “invadidos” por esta execrable modalidad de la corrupción. Estudios de esta naturaleza solo han sido el realizado hace ya alrededor de 10 años, denominado LA PEQUEÑA CORRUPCION EN REPUBLICA DOMINICANA. En ese Estudio se validó que los dominicanos perdíamos RD$6,000 mil millones de pesos anuales en ese canceroso fenómeno social. También se encuentra la Encuesta de Cultura Política de la democracia en República Dominicana (LAPOP).
En el Ranking, de peor a mejor, tenemos:
- México 51%
- República Dominicana 46%
- Perú 39%
- Venezuela 38%
- Panamá 38%
- Honduras 33%
- El Salvador 31%
- Nicaragua 30%
- Colombia 30
- Guatemala 28%
- Ecuador 28%
- Bolivia 28
- Costa Rica 24%
- Paraguay 23%
- Uruguay 22%
- Chile 22%
- Jamaica 21%
- Argentina 16%
- Brasil 11%
- Trinidad y Tobago 6%.
20 países valorados con 22,000 entrevistas, lo que indica una buena muestra, lo cual pauta para una investigación que cobra más validez y confiabilidad para sus conclusiones. Las expectativas de más corrupción son alarmantes. El grado de confiabilidad y de validez del Informe de Transparencia Internacional, cobra mayor cuerpo cuando lo correlacionamos con el Informe de Competitividad Global, del Foro Económico Global. En el Informe, República Dominicana, obtuvo una evaluación de 104 de 137 países. Descendimos 13 puntos con respecto al año 2016-2017, que logramos 92/138 países. El grado de alcance, de la mirada corta, de los hacedores de políticas públicas, es cuando observamos el Pilar Institucional: 129/137; una desviación negativa de 25 puntos.
En ese Pilar Institucional, vimos:
- Favoritismo en las decisiones gubernamentales, con 136/137.
- Independencia del Poder Judicial, con 130/137.
- Crimen Organizado, con 115/137.
- Desvío de los Fondos Públicos, con 135/137.
- Malgasto de los Fondos públicos, con 131/137.
- Comportamiento ético de la Firma, con 132, de 137 países.
¿Qué valoro también Transparencia Internacional en la Victimización por soborno? Investigó las instituciones más corruptas en los 20 países de América Latina:
- La Policía, con 47%,
- Representantes electos (Políticos), con 47%,
- Gobierno local (Ayuntamientos), con 45%,
- Primer Ministro/Presidente, con 43%,
- Los Jueces y Magistrados, con 40%,
- Los empleados públicos, con 37%,
- Los empresarios, con 36%,
- Los líderes religiosos, con 25%.
Produce un dolor, un escozor, para no decir una rabia, comprobar donde se verifican los sobornos, es decir, a donde los usuarios se vieron más compelidos a dar más sobornos: hospitales, escuelas, a las oficinas de documentos de identidad, a la policía, a los tribunales. Nos atolondra porque lo que nos está diciendo es que los sectores pobres y vulnerables son los más atacados por los sobornos, ya que la Clase Media, Media alta, Alta, no acuden, en la mayoría de los casos, a esas instituciones que otorgan esos servicios públicos; y, la policía no hace redadas en “circuitos residenciales”, es en los “barrios”, como muestra de exclusión.
Si hiciéramos un Estudio de Corte Transversal, que lo acaba de realizar Transparencia Internacional, conjuntamente con un Estudio Longitudinal y prospectivo, el panorama institucional y social nos acusa frente a una sociedad en el vacío; dado que el ritmo de la Cohesión Social cuasi se agotaría y no tendríamos energía para construir el necesario Capital Social positivo.
¿En que nos afecta esta deleznable situación institucional y social en que nos encontramos como sociedad? Así como no cumplimos con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015), no podremos cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible u Objetivos Mundiales, que abarcan 17: Fin de la pobreza, Hambre Cero, Salud y Bienestar, Educación de calidad, Igualdad de Género, Agua Limpia y Saneamiento, Energía asequible y no contaminante, Trabajo decente y crecimiento económico, Industria, Innovación e Infraestructura, Reducción de las desigualdades, Ciudades y Comunidades sustentables, Producción y Consumo Responsable, Acción por el Clima, Vida Submarina, Vida de Ecosistemas terrestres, Paz, Justicia e Instituciones solidas y Alianzas para lograr los OBJETIVOS.
La sociedad dominicana, tiene que emerger con más fuerza, para exigir más y mejor Capital Institucional, mejor distribución de la riqueza y un alto, para que LA POLITICA Y NEGOCIOS no sigan siendo el matrimonio que está carcomiendo el cuerpo social dominicano. Como nos diría Jabez Curry “Un Estado próspero se debe construir sobre los cimientos de su carácter moral, y este carácter es el elemento principal de su fuerza y la única garantía de su permanencia y prosperidad”.