Nueva York.-Desde 1992 hasta hoy, varios súper ricos intentaron desplazar a los políticos profesionales, la mayoría fracasó, triunfaron dos.
Ross Perot, dueño de Texas Instruments, inventor las calculadoras de múltiples funciones, despreciaba al presidente George Bush padre.
Perot aseguraba que se enriqueció ayudando a mejorar la vida humana, mientras que Bush padre se enriqueció de conexiones políticas y explotación petrolera, lo consideraba un “parásito enriquecido”.
Perot enferntó a Bush padre en la campaña del 1992. Perdió pero triunfó: dividió el voto, Bush padre perdió, Bill Clinton ganó.
En el 1996 y en el 2,000 el billonario Steve Forbes fue candidato presidencial perdió las dos veces. En el 2012 Mitt Romney también perdió.
Perot, Forbes y Romney demostraron que mucho dinero no garantizan muchos votos, que ganar las elecciones demanda otras condiciones.
Hasta hoy, sólo dos súper ricos estadounidenses, Mike Bloomberg y Donald Trump, triunfaron en política.
La política fue el mejor negocio de Bloomberg, en 12 años su fortuna pasó de $4,500 a $32,000 millones, quienes sólo buscan dinero ingresaron a la lucrativa política.
Eso debió estimular al segundo súper rico exitoso, el presidente Donald Trump, quien entró ganando candidatura y presidencia.
Si Bloomberg es candidato Demócrata, se le caerá la máscara a la organización, ya no serán el “partido de la clase trabajadora”. Y, por vez primera, dos súper ricos se enfrentarán por la presidencia. En el 2020, el político profesional quedará formalmente despedido.
Los súper ricos ahora buscan la plata que hizo multi-millonarios a políticos que eran pobres, ellos controlarán la política, que es su nueva fuente de riquezas.
Los políticos profesionales empezaron humildes y pobrecitos, pero salieron millonarios ostentando fortunas.
Nadie nos engañará hablando de sensibilidad social, todo está claro, sólo quieren dinero. Los súper ricos son más honestos, sólo buscan dinero y más dinero.