Fidelio Despradel, diputado de Alianza País, da un valiente paso al frente, en respuesta ejemplar a un reclamo social: renuncia a todos los sospechosos privilegios de que gozan, con los dineros de este pueblo, sus colegas de hemiciclo: no acepta exoneraciones de vehículos ni subsidios para falsas “obras sociales” (el famoso “cofrecito” para los bolsillos de tantos parásitos disfrazados de “honorables”), y se reitera en sus misiones: legislar en bien del interés general y exigir cuentas claras a quien haya que exigírselas. Una pregunta capciosa: ¿Seguirán su saludable ejemplo los demás miembros de la bancada opositora? (Bueeeno…)