Fíjense bien que, por el Este, todos los días temprano sale el Sol. Noticia diferente y fresca, pues sale con un montón de pájaros y palomas, a estrenar brisa mañanera. Observen también el mar y su paz tempranera. Presten atención a la alegre apertura del día, y olvídense de vez en cuando, como yo, de que este país tiene nombre y apellido, cosas sucedidas, búsquedas inútiles, aspiraciones reales y sentidas, triunfos y fracasos en gestas y derrotas colectivas. Respiren hondo, cierren los ojos y convendrán conmigo en que esta tierra momentánea­mente anónima sigue siendo un lugar hermoso, merecedor de un verso en letanía.