Vivir en el extranjero tiene su magia. Por ejemplo, tiene este poder repentino que convoca a amigos y familiares a venir a visitarte. Sí, tú, el exótico, el residente en la tierra lejana, el viajero al extranjero, el traicionero de la patria, de repente te conviertes en un buen destino de vacaciones.

Divertirse con huéspedes en la casa o al menos sobrevivir sin víctimas requiere conocimientos y preparación. Ya lo sé, tengo todo un diploma en el Programa de Manejo de Visitantes.

En primer lugar, las matemáticas. Haga las suyas antes de invitar o aceptar a cualquier persona en su casa. La cantidad de invitados debe ser exactamente dos veces más grande que la cantidad de habitaciones extras que tiene para ofrecer. De esta manera, si tiene una habitación libre para acomodar a sus invitados, sólo puede aceptar 2 personas al mismo tiempo. O un paquete muy cercano de tres, preferiblemente los padres con un niño. Lo que nos lleva a otro punto.

En caso de que no tengas hijos propios, por consecuencia probablemente ni siquiera comprendes toda la dinámica de crianza, no invites a la gente con niños pequeños por más de una noche. En serio. Simplemente no lo hagas.

Si tienes mascotas, sólo abre la puerta a los que les gustan los animales. Ello contribuirá a salvarlos tanto a ellos como a tus mascotas de dramas innecesarios.

Investiga. Pregunta de antemano. ¿Qué es lo que a tus invitados le interesa hacer? ¿Clubbing? ¿Museos? ¿Compras? ¿Bares? ¿Conectarse con la naturaleza? Investiga lo que tu ciudad tiene que ofrecer y – PREPÁRATE. Mentalmente y organizacionalmente. De lo contrario, tendrás que ir al trabajo después de volver a casa a las 6 a.m. Si no puedes participar en cualquiera de las actividades sé sincero desde el principio.

Asegúrate que tienes al menos 3 lugares claves de la ciudad a los cuales te gustaría llevar a tus invitados. De lo contrario, vas a pasar horas debatiendo sobre qué hacer y a dónde ir.

Siempre llama antes de llevar a tus invitados a cualquier destino para asegurarse de que esté abierto. Sí, el Internet aparentemente miente a veces.

Establece cualquier detalle como el dinero para gasolina, los dilemas de la logística del transporte, cuestión de regalos desde el principio. Si te sientes demasiado incómodo haciendo cosas así, no deberías tener visitas.

Sé específico en el tema de ayudar en casa. Pregunta directamente si necesitas algo. Explica específicamente qué hacer si los invitados ofrecen ayudarte.

Y por último pero no menos importante, asegúrate de tener lleno el freezer y mini bar antes de que todos lleguen…

Pero lo más importante, nunca, repito NUNCA digas – quédense el tiempo que quieran. El placer de tener visitantes en tu casa, es uno de los tipos raros de placeres que es mejor cuando está previamente programado y agendado.