El contrato adjudicado el 9 de diciembre del 2013 a un consorcio empresarial encabezado por la constructora brasileña Odebretch, para la construcción de la central de Punta Catalina, fue por un monto de 2 mil 40 millones 747 mil 405 dólares (“rebajado” luego a US$ 1,945, 000, 000). Tan pronto se hizo público el monto del contrato y el nombre de la empresa beneficiaria de la licitación que le dio origen, surgieron múltiples denuncias sobre la posible sobrevaluación del proyecto en perjuicio de las finanzas públicas. Lamentablemente, ningún organismo de fiscalización del Estado ha realizado una auditoria rigurosa del proceso de licitación y de dicho contrato, a los fines de eliminar dudas o establecer culpas. No obstante, “lo demasiado hasta Dios lo ve” y tanto el presente como el sub-siguiente articulo contienen datos e informaciones que demuestran la necesidad de esa auditoría.

Tenemos dos piezas claves para entrever, con poco esfuerzo, la manipulación de datos sobre el precio del contrato de ingeniería, procura y construcción, EPC, (Engineering Procurement and Construction) adjudicado a Odebretch. La primera pieza de evidencias la ofrecen el señor Marco Vasconcelos Cruz, brasileño, ex–gerente general de Odebretch en República Dominicana, corroborado por tres artículos publicados en un diario matutino por el economista Andy Dauhajre, contratado por la CDEEE como  asesor para la evaluación económica de las ofertas presentadas por las firmas que participaron en la licitación de Punta Catalina en el 2013; y la segunda pieza la contiene el documento Oferta Económica, de Odebretch, anexado al contrato EPC.

En una carta del 7 de julio del 2015, dirigida a directivos del Partido Revolucionario Moderno (PRM), el señor Marco Vasconcelos Cruz, en referencia a la denuncia acerca de la sobrevaluación de Punta Catalina presentada en la Procuraduría General de la República el 29 de junio del 2015 por 13 organizaciones políticas y de la sociedad civil, en uno de los documentos anexados a la misiva, en respuesta a la acusación de sobrevaluación, escribe lo siguiente:

“En efecto, y tomando como base el Reporte emitido por US Energy Information Administration (EIA) del Departamento de Energía de los Estados Unidos de América, “Updated Capital Cost Estimates for Utility Scale Electricity Generating Plants”, el costo de una planta de carbón similar a las que están siendo construidas en Punta Catalina, asciende a $US 3,246/KW versus US$ 2,701 /KW que es el costo de Punta Catalina.”

Exactamente esos mismos datos, copiados de la misma fuente, los había publicado Andy Dauhajre en su artículo “Gobierno de EEUU sobrevalúa plantas de carbón” publicado en El Caribe el 8 de marzo del 2015, y repetido en otros dos titulados “EGE Punta Catalina, S.A” y “Para entender a Punta Catalina”, publicados el 28 diciembre del 2015 y el 5 de diciembre 2016, respectivamente.

Ahora bien, la publicación en la que Marco Cruz y Andy Dauhajre se apoyan para hacer sus comparaciones – Updated Capital Cost, EIA, 2013 –  no dice lo que ellos dicen que dice. Por ejemplo, si se observa en la tabla anexa, tomada de la citada publicación, se comprueba que los 3,246 US$/KW (equivalentes a 3.246 millones de dólares por MW) se refiere al costo total por MW de construcción de una planta de carbón de 650 MW en los Estados Unidos, no al precio por MW del contrato EPC de esa misma planta. El renglón cuestionado del proyecto de Punta Catalina es precisamente el precio de contrato EPC por MW, no el costo total de construcción de Punta Catalina que, por cierto, todavía Marco, ni Andy, ni Bichara, ni Danilo saben hasta que monto llegará.

En la misma tabla se observa que el precio del contrato de EPC de la planta americana tomada como ejemplo asciende a US$ 1, 758, 500,000, es decir, US$ 281 millones 500 mil dólares menos que el valor del contrato EPC de Punta Catalina que asciende a US$ 2,040, 757,399.

Si dividimos los US$ 1, 758, 500,000 entre los 650 MW de la planta del ejemplo del EIA, se tendría 2,705 /KW como precio EPC (equivalente a US$ 2.705 millones de dólares por MW) y no 3,246 US$/KW (US$ 3.246 millones/ MW) como escribieron Marco Cruz y Andy Dauhajre.

Por otro lado, si dividimos los US$ 2, 040,757, 399 millones del contrato EPC de Punta Catalina sobre su potencia nominal de 720 MW, tendremos US$ 2.83 millones/MW.

En resumen, la comparación debe ser entre los costos de los contratos EPC de ambas plantas, y no   entre el costo del contrato EPC de Catalina contra el costo total de la planta del EIA americano.

Finalmente, se verifica en la tabla que al Total EPC Cost  se le suma el Owner Costs (costos del dueño de la planta), ascendente a US$ 351 millones 700 mil dólares (20% del precio EPC) para un total de construcción de US$ 2, 110, 200, 000 (sin todavía incluir los costos financieros de los prestamos).

Se supone que el gerente general de Odebretch y el asesor económico principal de la CDEEE   saben muy bien que el precio de un contrato EPC es solo una parte del costo final de construcción, por lo que comparar precio de EPC con costo total sería como comparar auyamas con calabazas.

Es evidente que la repetición por todos los medios de los costos y datos americanos (EIA), de manera tergiversada según muestra la tabla y la presentes explicaciones, procuraba confundir a la población y hacerle creer que el costo del contrato de Punta Catalina era una ganga. Esa sola maniobra consciente sugiere que por alguna pesada razón los voceros de Odebretch quieren ocultar los costos reales de la central Catalina. Seguiremos.

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