No sé si felicitar al buena gente Ramón Ventura Camejo, que se entretiene jugando con un artefacto llamado Ministerio de Administración Pública, por consentir la creación de un nuevo espacio en ciertos organismos públicos: “Dirección de Sicariato” (letrerito en la puerta y extensión telefónica), función pública que en estos tiempos ha venido cobrando cierta importancia, como lo demuestra el tétrico caso OMSA-Yuniol Ramírez…(No olviden que desde la fundación de esta republiqueta los profesionales del sicariato han ganado grandes méritos en la estructura estatal. Y, si no lo creen, pregúntenles en el infierno a Santana, Lilís, Trujillo y Balaguer).