Como sucediera hace unos 500 años y pico, cuando los colonizadores amparados bajo la bandera del Reino de España saquearon el oro de esta isla, hoy un nuevo colonizador, bajo la bandera de la “globalización depredadora” pretende adueñarse de parte el oro que queda en esta tierra.
El “nuevo colonizador” es la compañía suizo-canadiense Gold & Quest que procura desarrollar en Juan de la Maguana un proyecto de explotación minera con dudosos beneficios para la región y el país, ya que arrasaría con más de medio millón de tareas con vocación agrícola y que hacen de esta provincia el “Granero del Sur”, por su alta producción de habichuelas, guandules, maíz y otros productos agrícolas.
Hoy, frente al “ecocidio” y al “hidrocidio” a que esta explotación minera sometería a la región del Sur, el obispo de San Juan de la Maguana, Monseñor José Dolores Grullón Estrella, vuelve a revivir aquel sermón que aquel domingo de Adviento 21 de diciembre del 1511, desde el púlpito humilde pronunciara el fraile Dominico Antón de Montesinos, que con el valor nacido de la fidelidad evangélica, proclamara con firmeza su misión vicaria: “Yo soy la voz de Cristo en el desierto desta isla”.
Como en el sermón de Montesinos, –escrito y firmado por toda la comunidad–, “el obispo y sus sacerdotes, en solidaridad con la vida está respondiendo al sentir de los feligreses a ellos encomendados en relación a la minería y desarrollo agrícola de San Juan de la Maguana”.
He aquí las verdades destacadas en el “Sermón de Adviento” del Obispo de San Juan de la Maguana, publicado el 30 de enero de 2018:
- “San Juan es un pueblo querido y bendecido por el Señor, y hemos apoyado las mejores iniciativas de desarrollo, de amor a la naturaleza y a la salud de sus habitantes”.
- “Nuestro compromiso con las futuras generaciones es dejarles estas tierras mejor que como la hemos encontrado”.
- “Felicito el involucramiento que van teniendo nuestros sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos con la mejoría de la calidad de vida de las comunidades de Azua, San Juan y Elías Piña: Autogestión, educación, derechos humanos, agua potable, comunicación vial, economía, recursos naturales, energía alternativa, etc”.
- “El sentir de nuestra gente es: “La explotación de la mina no supone el desarrollo humano y económico de la provincia de San Juan de la Maguana”.
- “La riqueza del Valle de San Juan es la Presa de Sabaneta. Exhortamos a favorecer otras actividades para la subsistencia de los pobladores de esta zona, que ahora denominan minera, como la agricultura, la ganadería, las artesanías, el turismo ecológico, todo ello desde una auténtica valoración de la biodiversidad con que contamos”.
- “El oro de San Juan es su agricultura. San Juan es una Provincia Agrícola. Consideramos que el sentir de la mayoría de nuestro pueblo, de los adultos y los jóvenes, de nuestras instituciones sociales y religiosas es que la provincia de San Juan debe cerrarse definitivamente a todo proceso de minería, donde quiera que sea dentro de su territorio y hace una opción por la explotación de su riqueza agrícola y turística.
- “Son 14 las Concesiones de Exploración Concedidas en esta provincia de San Juan. Es el momento de unir nuestras voluntades, dejando atrás cualquier división o pesimismo”.
- “Recordemos que hemos decrecido en más de 20,000 personas en 20 años, las comunidades de la parte alta de San Juan donde se encuentra la mina tradicionalmente se sienten olvidadas por los habitantes de la cuenca baja de la provincia, y a los hijos de los que estudian fuera se le ha inculcado que aquí no hay futuro, provocándose un éxodo de capital intelectual, que nos empobrece como Región”.
- “Lancémonos a construir un plan de desarrollo agroindustrial y de reforestación. Démosle la mano a tantos agricultores que fruto del sistema tienen empeñados sus títulos de propiedad, y mermada su capacidad productiva. Podemos reorganizar el sistema productivo y de comercialización, confiemos en nosotros mismos, rompamos nuestra dependencia, pues “si queremos podemos”
- “Reactivemos el Consejo de Desarrollo Eco turístico de la provincia de San Juan y pongamos en ejecución nuevos proyectos, que incentiven el turismo, como lo están haciendo las plazas temáticas de San Juan, su catedral y sus monumentos emblemáticos”.
- “Apoyemos el Plan Estratégico de Reforestación sostenible en la Zona Norte de San Juan, que está deforestada en aproximadamente un 80%.Involucremos en el plan de reforestación a toda la sociedad de San Juan, que es la gran consumidora del agua, apoyando este proyecto permanente de reforestación con sus aportes voluntarios y con un por ciento del dinero que genere la Junta de Regantes y la Hidroeléctrica de Sabaneta”.
Con su réplica del “Sermón de Montesinos”, Monseñor Grullón da vida al llamado del Papa Francisco a los sacerdotes a no ser simples gestores, intermediadores "tristes", sino a ser pastores con "olor a oveja", en medio de su rebaño y pescadores de hombres”. “Hay que salir –dirá el Papa– a experimentar nuestra unción, su poder y su eficacia redentora: en las «periferias» donde hay sufrimiento, hay sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos patrones".
El Obispo también hace suyo también el sentir del Papa Francisco sobre el medio ambiente expresado en su Encíclica “Laudatio Si”, en la cual sostiene que “la Tierra clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella”. (LS. 2). Y en la que también destaca que “el cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato, porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa realmente su preservación”. (LS. 36).
Esperemos que, como Montesinos y Monseñor Grullón, otros obispos del país junto a sus sacerdotes y su feligresía asuman la fidelidad evangélica “de ser voz” de sus respectivas diócesis para clamar por la justicia y por el respeto y preservación del medio ambiente, cuyo daño sufren en carne propia los más débiles y los más pobres.