En seguridad vial más allá de la explicación que aporta la tríada ecológica de Leavell y Clark y el enfoque global de los determinantes de Lalonde, surge el modelo estratégico de análisis urbanístico denominado Movilidad Urbana Sostenible (MUS), dentro del cual se incorpora la categoría de seguridad vial. Es decir, cuando urbanísticamente se habla de “movilidad urbana” se quiere caracterizar un sistema integrado y sostenible formado por VIALIDAD, TRANSPORTE, TRÁNSITO Y SEGURIDAD VIAL (VTTS) para facilitar la calidad de vida de los habitantes de un territorio. Valoremos cada uno de estos componentes en detalle.
Se denomina VIALIDAD a la trama, malla o red viaria formada por el conjunto de vías, calles, avenidas y autopistas de un territorio concreto. En nuestro caso, en la ciudad de Santiago la extensión de todas las vías en el año 2000 era de 650 km lineales, al año 2015 esta extensión ascendió a 1,543 km lineales (+100.0%). Sin embargo, este aumento en kilómetros lineales de las vías de la ciudad no favoreció la conectividad urbana entre sectores, sino que aconteció hacia el interior de las urbanizaciones y nuevos barrios formados en este período. Por ejemplo los 26 km que añadió la Circunvalación Norte a la trama vial en 2014, sí lograron conectar urbanísticamente más de 50 zonas, distritos y municipios.
El TRANSPORTE por su parte, se define como el conjunto medios mecánicos y físicos que trasladan personas y bienes desde un origen hasta un destino. En el período 2000-2015 el conjunto de motoconchos, conchos, taxis, minibuses, buses y camiones de carga aumentó en más de 75.0%. Esto quiere decir que hoy se estiman más de 5 mil motoconchos públicos y alrededor de 10 mil el total de motocicletas de la ciudad. Los conchos son 6,450 unidades, los taxis 4,800, mas 490 buses para viajes internos en la ciudad y las 1,800 unidades de minibuses y buses del transporte interurbano. Todos estos vehículos sumados a los coches privados aportan casi un millón de viajes diarios, donde el 52.0% de estos corresponde al transporte público. Diariamente se transportan más de 520 mil personas en esta ciudad y su entorno metropolitano.
El TRÁNSITO se define a su vez como la dinámica, volumen y el flujo del conjunto de viajes que acontecen en una ciudad. Es la sumatoria y características propias de los orígenes y destinos que acontecen en un territorio, en una red viaria y en unos medios de transporte concretos. En Santiago el volumen de tránsito en las principales avenidas aumentó del 2000 al 2015. Los principales corredores presentan altos niveles de congestión. Los que presentan mayor flujo/hora son la avenida Mirador del Yaque en sus diferentes tramos, las avenidas Monumental, 27 de Febrero, Juan Pablo Duarte, la general López y el Puente Hermanos Patino y la avenida Bartolomé Colon, entre otros. El flujo vehicular en 15 años ha ascendido de 21.0% a más del 35.0%. El número de vehículos es significativo según orígenes desde y hacia el gran centro y periferia ascendiendo a unos más de 45,000 vehículos cada hora.
Finalmente la SEGURIDAD VIAL consiste en la prevención y control de los accidentes de tránsito, igualmente la minimización del riesgo de accidentes, sus causas y efectos, especialmente para la vida, la salud y la propiedad de la ciudadanía. También en la definición se suman las tecnologías y métodos automatizados empleados para prevenir y controlar.
En consecuencia, con la vialidad de escasa conexión que caracteriza a Santiago, donde casi 35.0% de la ciudad está desconectado. Con un parque vehicular que supera las 200 mil unidades, con más del 15.0% de ellas con desperfectos eléctricos y mecánicos. Más un tránsito de unos 45 mil vehículos que circulan cada hora en una ciudad de 94.6 k2 y una área metropolitana de 103.7 km cuadrados. Con esta caracterización, ¿cómo estará la seguridad vial? Una ciudad con 10 mil motoristas que se ponen el casco a discreción en ciertas horas del día, más de 50 mil vehículos privados transitando con niños que no usan ninguna protección y 520 mil personas en el tránsito, donde la tercera parte de éstas circulan sin cinturón, sin medición de la alcoholemia y con escasos límites a la velocidad. ¿Cuál es el diagnóstico de la seguridad vial de la ciudad de Santiago y su entorno metropolitano? Entendemos que estamos en crisis de seguridad vial sin ningún régimen razonable y coherente de Movilidad Urbana Sostenible. En la otra colaboración seguimos.