En materia de seguridad pública y gestión policial, el diagnóstico de gobernabilidad, inclusión social y servicios públicos del nuevo Plan Estratégico Santiago 2030 es revelador. Fue concertado por más de 157 representantes de organizaciones públicas, empresariales y la sociedad civil copartícipes en estos temas en decenas de sesiones de trabajo. Recoge datos objetivos sobre las estructuras de coerción social y fuerza pública del Estado.

Primero, la valoración incluyó la percepción ciudadana sobre los órganos coercitivos del Estado y del Ayuntamiento. Aplicamos innovadoramente el Santiago-Barómetro de gobernabilidad, donde se valoró 334 santiagueros por muestreo probabilístico y estratificado. La metodología es similar al Latinobarómetro que estudia 1,000 ciudadanos elegidos al azar en República Dominicana. Segundo, la recopilación contiene la consideración analítica de más de 10 estudios internacionales sobre el Estado, sus estructuras, servicios y fuerzas coercitivas.

El Santiago-Barómetro y los análisis conceptuales del tercer Plan Estratégico concluyen que hoy (2020) a diferencia de antes (2010), el 98% de la población considera que Santiago es un muy buen y aceptable lugar para vivir. Asimismo, el 78.5% indica que Santiago de los Caballeros está progresando. En este contexto favorable veamos lo que piensa la gente de la “Policía” nacional o municipal. Incluimos también otros órganos de coerción, como la DNCD, ministerio público y los guardianes privados.

De la DNCD desconfía el 91% de los santiagueros, el 89% de la policía nacional, igualmente 75% tampoco fía de los guardianes privados, 67% temen a los órganos del ministerio público y 62% no se fía en la DIGESETT (AMET). La policía municipal de forma independiente no fue directamente medida, pero como su actuación concurre con otros funcionarios municipales (inspectores territoriales, gestores ambientales y promotores municipales), los estudios subrayan que la ciudadanía confía algo o mucho en 80% en los servicios públicos que oferta el Ayuntamiento.

Sobre la gestión de la Policía Nacional en Santiago, el diagnóstico del Plan Estratégico 2030 fue categórico al subrayar no sólo la presencia de la desconfianza, sino las malas condiciones físicas y ambientales para la labor de los agentes del orden público. Las precariedades físicas y estructurales de los locales donde trabajan los policías son punzantes y dan vergüenza.

En todos los destacamentos de la policía en Santiago, se registra mal acceso al agua potable, baños deteriorados para defecar y orinar, energía irregular, internet ausente, computadoras insuficientes, no hay depósitos para ropas domésticas, ausencia de botiquines y malos servicios de salud. La sede central en Santiago parece “el puesto de mando de una zona de guerra”. En los destacamentos valorados en su conjunto, las condiciones no son favorables para controlar las olas de calor, el exceso de humedad y la seguridad de acceso de los usuarios.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) establece el indicador de 300 agentes por cada 100 mil habitantes. Según “master google” se registran unos 36,968 policías en República Dominicana. Es probable que para las provincias Santiago, Espaillat y La Vega (Policía Regional) se contabilicen unos 2,100 policías para una población regional de 1,819,350 habitantes. Sin embargo de acuerdo al estándar internacional se requieren 5,458 policías para la Región policial del Cibao Central, existiendo una deficiencia de 3,358 policías para estas tres provincias.    

Santiago provincia por su parte requiere 3,114 policías, donde unos 2,242 (72%) deben estar ubicados en la ciudad de Santiago. En otras palabras, los 2,100 policías que se ubican en la Región Cibao Central de la Policía, todos deberían estar asignados a Santiago. Esa es la recomendación de la Oficina internacional del Delito y Droga de ONU. En conclusión los policías de Santiago además de que laboran en impropias y malas condiciones reales de salud, higiene, sanitarias, de conectividad y limpieza, son también muy pocos para la población que deben proteger y servir. 

La solución de este problema debe iniciar con una ganancia rápida de impacto positivo inmediato. La Policía debe ganarse la confianza de la ciudadanía. Todos las sedes físicas de departamentos, destacamentos y supervisoras de policía nacional deben ser mejorados. Igualmente hacer gestiones para aumentar la cantidad de policías. También, diseñar una campaña promocional masiva y positiva  por medios de comunicación y redes sociales. Para esto podemos contar con el apoyo de Medios Unidos del Cibao (MUCI) y la conceptualización de la unidad creativa del Ayuntamiento y CDES.   

Ayuntamiento y Ministerio del Interior deben mejorar las estructuras físicas y logísticas de las seis (6) sedes de grandes destacamentos barriales en Santiago y de los 50 destacamentos pequeños. También se impone construir un moderno Edificio Regional de Policía en Santiago (ERPS) en la avenida Bartolomé Colón. El nuevo plan estratégico Santiago 2030 tiene planos y costos de inversión estimados.

Volvamos al puerto de origen. Los policías nacionales, policías municipales, bomberos, miembros de la defensa civil, inspectores territoriales, supervisores ambientales, inspectores de salud pública y promotores de salud, tienen labores convergentes. La policía nacional y municipal se fortalecen con el trabajo de vigilancia ciudadana de las federaciones de juntas de vecinos.

En las invasiones de solares, construcciones irregulares, venta de alimentos contaminados, presencia agua aposada favorable a los mosquitos, presencia de ventas publicas sin control, obstrucción del tránsito, transporte de carga irregular, no uso de cascos por motociclistas, obstrucción del espacio público y colocación de publicidad exterior, entre otros, debemos actuar juntos, entre todas y todas.

A partir de los cambios logrados por Ayuntamiento y la sociedad civil en materia de exhibir sólidas federaciones de juntas de vecinos, buena policía municipal y sistema 9-1-1, comienza la acción. Desde la ciudadanía hasta los oficiales de la policía municipal y nacional, debe existir una correa de transmisión. Una red de comunicación que el Ayuntamiento con sus gestores ambientales ha logrado. Un sistema de notificación y registro municipal de eventos inmediatos. Es definir programa que aproveche las redes sociales para el reporte de casos, que fortalezca las capacidades de autoridad pública de supervisión, inspectoría y vigilancia que tienen los diversos órganos de gobierno en Santiago.