Aunque será materia exhaustiva, libérrima y definitiva del ejercicio participativo del diagnóstico para formular el segundo Plan Estratégico de Santiago al 2020, debemos indicar  que del 2001 al 2009 Santiago ha cambiado. Para bien o para mal, pero “de que se mueve se mueve”. La base demográfica del municipio es diferente. He de destacar que al inicio del siglo XXI, año 2001, la cantidad de habitantes municipales llegaba a 556,745 estimados. Al día de hoy se proyectan un total de 808, 627 pobladores. Es un aumento de 251,882 personas (45.0%), que debieron requerir más de 63 mil soluciones habitacionales. Esto implicaría unas 7,875 viviendas c/año, unas pocas construidas con criterios y autorizaciones urbanísticas, otras resultantes del caos y pobreza urbana imperante.

Subrayamos que en las elecciones presidenciales del año 2008, la Junta Central Electoral (JCE) registró en las tres circunscripciones electorales del municipio, unos 449,992 electores de más de 18 años. A este total de electores hay que sumarles unos 276,035 pobladores menores de 18 años, lo que arroja un total 726,027 hab. No obstante la JCE reconoce que al total de cedulados hay que añadirle un 10.0% más, que aunque son mayores de 18 años no están carnetizados. Este valor podría ser más de 72,000 hab. Además debiera agregarse más 10 mil residentes extranjeros. Se conforman así unos 808,627 habitantes municipales. A este total final de pobladores residentes, hay que sumarles entre 50-75 mil visitantes diarios, provenientes de otros municipios de la provincia o la región. Este número de visitas puede variar de acuerdo al crecimiento económico.

Cuando se analiza la composición por edad de esta población, lo primero que debe considerarse es que el proceso de urbanización de la provincia Santiago condiciona la reducción de la población menor de 15 años y eleva el grupo poblacional constituido por los adultos jóvenes y las personas de la 3era. y la 4ta. edad. Lo anterior se caracteriza por lo que se denomina como transición demográfica. En el año 2000 ya la Organización Panamericana de la Salud (OPS), clasificó a la República Dominicana como sociedad en proceso de transición demográfica completa. Lo que traduce que las tendencias al envejecimiento se harán cada vez más evidentes.

Cuando analizamos entonces el peso específico de los grupos de edad, se observa un constante envejecimiento de la población. Hay mayor cantidad de personas por encima de los 65 años residiendo y transitando en el territorio, y una elevada fracción de adultos jóvenes formados por alrededor 263,000 personas de 20 a 39 años de extremada importancia.  Para el desarrollo urbano esta composición por edad podría expresar un conjunto de oportunidades o riesgos. El Santiago de hoy con respecto al 2001 ha tenido un aumento importante de la violencia y accidentes de tránsito. Según indicadores demográficos y la estadística de hechos vitales de salud pública (nacimientos y muertes), Santiago es la segunda zona urbana del país en donde una persona tiene mayor probabilidad de morir por un accidente o hecho de carácter violento. Más del 20% de los más de 2,500 fallecimientos que suceden de forma anual en Santiago, tienen por causa ó un accidente de tránsito ó una acción prevenible de violencia urbana. Así también se explica la gran cantidad de hipertensos en la ciudad, más de 200 mil.

Pero estos grupos de edad generan resultados positivos como el actual buen uso observado de los parques urbanos para realizar ejercicios físicos, y el ascenso acelerado del número de participantes en actividades culturales tipo las tres “F” lúdicas: Fiestas, Ferias y Festivales.

Para finalizar esta entrega destacamos que el diagnóstico de movilidad urbana de la ciudad efectuado por el Ayuntamiento y el CDES, calcula actualmente un parque vehicular superior a las 160 mil unidades. Al año 2001 no llegaban ni siquiera a 50 mil vehículos. O sea que la cantidad vehículos de motor ha crecido más de 3 veces su tamaño, incluso a una tasa superior al crecimiento poblacional.  Eso explica la alta circulación urbana, y la gran demanda creciente de transporte, tanto hacia el medio laboral como a centros de fiestas, diversión y jolgorio. En la ciudad tenemos hoy una mezcla detonante de ciudadanos y vehículos. Entender esta situación y valorar sus especificidades y riesgos es fundamental para poder planificar el desarrollo estratégico de Santiago de los Caballeros. En la otra seguimos.