(Para hablar mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado)
Uno de los episodios más controversiales de los Evangelios se encuentra en el de Mateo quien desdice lo descrito en el capítulo III sobre Juan el Bautista y en el XI lo presenta como un olvidadizo señor que no recuerda haber escuchado “la voz de Dios” cuando le dijo que Jesús, su primo, era El Enviado que había llegado al mundo a redimir los pecados, su Hijo amado.
Veamos:
“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” (Cap. III 13-17).
Y ocho capítulos más adelante dice el mismo Mateo (en el XI):
“Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
¿Fue un error de Mateo o ciertamente, como dice el evangelista, a Juan el Bautista se le olvidó la voz de Dios y renegó de la misión que le encomendó el Cielo?
Entre estas dos posibilidades me parece que luce mucho más razonable pensar que el error fuera de Mateo, porque la Voz de Dios no se le olvida a nadie, y muchos menos a El Bautista que conocía los eventos de la concepción milagrosa de María, prima de su madre Isabel… del anuncio del ángel y demás detalles… de los reyes magos, de la matanza de los niños inocentes…todo coincidía con las profecías que su padre sacerdote Zacarías le enseñaba. Además, es muy sensato suponer que El Bautista se mantuvo al tanto de todo lo acontecido durante los tres años de vida pública de Jesús…de su primo segundo, atento a todos sus movimientos.
Sin embargo existe otra posibilidad que puede liberarlos; a Mateo,2 de su estúpido olvido, y a el Bautista de ser un hereje “dudador” de la palabra salida de la boca de Dios.
La otra posibilidad es: que a los encargados de manipular los Evangelios en los tiempos de Constantino se les haya colado el error…puede ser que a estos falsificadores se les olvidó que en el capítulo III habían puesto a el Bautista como testigo de que Cristo era el Mesías, se les olvidó lo dicho y metieron la pata.
Pero no se asombren de lo dicho porque todos los obispos y curas saben que durante el Concilio de Nicea del 325 los Evangelios cristianos fueron tempranamente recompuestos y manipulados por el emperador Constantino y sus obispos, los obispos que le vendieron al César la Iglesia de Cristo, tanto, que los errores del fraude han salido a la luz por diferentes orificios, aún tratándose del texto de un mismo escritor, como es el caso, del mismo evangelista.
Pero no os preocupéis que el que no puede o no quiere razonar siempre será esclavo.
Oremus:
Recuérdales Señor a los hombres embusteros que para hablar mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado.
Coro:
Recuérdaselo Señor para que no metan la pata y dañen tu Evangelio.