¡Ya sabía yo que eso de contratar a Rudolph Giuliani como asesor en seguridad pública había sido un mayúsculo error! ¿Cómo se le habrá ocurrido a Luis Abinader elevar a la categoría de gurú a un brutal agente represivo de los hispanos del Alto Manhattan? ¿De quién habrá sido la genial idea de banderear por estos lares a un individuo que hoy eleva a Donald Trump, summun de la estupidez nazi-fascista, racista, xenófobo y machista como su líder político? No quiero imaginar siquiera a aquel energúmeno instalado en la Casa Blanca y a su canchanchán newyorquino enseñoreado en nuestro Palacio Nacional.