Reynaldo Rojas Jimeno ha rendido una labor efectiva y sin estridencias en la Junta Electoral del Distrito Nacional desde el año 1998.
Muchos problemas en procesos electorales del Distrito Nacional, desde que era el Gran Santo Domingo (porque la provincia Santo Domingo no se creó sino hasta el año 2002) fueron resueltos con la participación del doctor Reynaldo Rojas Jimeno.
Se trata de un profesional discreto, de firmes principios personales y familiares, que aprendió a trabajar en armoniosa coordinación con otras personas y a liderar equipos desde sus años de adolescente en el movimiento Scout de la República Dominicana.
No ha sido un miembro de la Junta del Distrito Nacional sesgado por el favoritismo político, y sus decisiones y trayectoria de trabajo así lo confirman.
Ojalá que su historial de trabajo sea valorado en su justa dimensión por los honorables integrantes de la comisión del Senado de la República
Quienes lo conocemos y lo hemos tratado a través de los años, como es el caso de quien escribe, sabemos que no es una persona de ambición desmedida por el poder ni por el lucro. Todo lo contrario, al asumir el servicio público y la docencia, renunció a las modalidades más lucrativas del ejercicio de su profesión.
Por eso no ha sido casualidad que ciudadanos de diversos sectores se hayan animado a mencionar el nombre del doctor Reynaldo Rojas Jimeno, para que se le tome en consideración ahora que corresponde renovar a los miembros de la Junta Central Electoral (JCE).
Ya el Senado escogió este martes 1 de septiembre a los miembros de la comisión especial que se encargará de seleccionar a los miembros de la JCE para los próximos cuatro años, debido a que los actuales cumplirán su período de cuatro años antes de que concluya este año.
Los integrantes de la comisión, los senadores y senadoras Ricardo de los Santos, Bautista Rojas Gómez, José Manuel de Castillo Saviñón, Rogelio Genao, Antonio Taveras Guzmán, Faride Raful, Iván Silva, Franklin Rodríguez y Melania Salvador, tienen en el doctor Rojas Jimeno, miembro de la Junta del Distrito Nacional desde hace más de veinte años, a un excelente servidor público, con la experiencia y el conocimiento para ejercer una labor inobjetable en la Junta Central Electoral (JCE).
Ojalá que su historial de trabajo sea valorado en su justa dimensión por los honorables integrantes de la comisión del Senado de la República.