¿Hay alguna manera de crear una unidad gubernamental técnica que propicie reformas que generen millones de pesos de beneficios para la gente a una fracción de su costo?

Cuando uno piensa en el sobrecargado y dispendioso aparataje institucional del Estado Dominicano, lo último que viene a la mente son ahorros o generación de beneficios.

Sin embargo, esa exactamente ha sido la experiencia de algunos países con la creación de las llamadas Nudge Units o equipos de análisis conductual (en lo adelante, “Unidades de Nudges”).

En su libro titulado Inside the Nudge Unit: How Small Changes Make a Big Difference, el Dr. David Halpern recuenta su experiencia con la creación y puesta en marcha en 2010 de la primera unidad de análisis económico conductual del mundo: el Behavioral Insights Team (BIT) del Reino Unido.

Siguiendo el ejemplo del Reino Unido, en 2015 el presidente estadounidense Barack Obama creó su propia Unidad de Nudges, llamado el Social and Behavioral Sciences Team.

¿Pero qué exactamente es una Unidad de Nudges? ¿Cómo funciona y por qué es socialmente deseable tener una?

Las Unidades de Nudges son equipos técnicos con reducidos integrantes que buscan desarrollar intervenciones de políticas públicas innovadoras, poco costosas y de alto impacto utilizando los insumos de la Economía del Comportamiento (Behavioral Economics).

Comúnmente se llaman Unidades de Nudges aludiendo a los Nudges o empujoncitos conductuales que forman una de las principales herramientas del maletín contemporáneo de formulación de políticas públicas. El nombre también se refiere al magnifico libro titulado Nudge:  Improving Decisions about Health, Wealth, and Happiness de los profesores Cass Sunstein y Richard Thaler – que en 2018 cumplió 10 años de haber sido publicado – y que ha sido enormemente influyente en los círculos de formulación de políticas públicas (policymaking).

Como he mencionado en otros artículos, “según Cass Sunstein y Richard Thaler, los Nudges son intervenciones de bajo costo a los marcos de toma de decisiones, que preservan la libertad de los agentes”. (¿Por dónde deben comenzar las reformas del Poder Judicial?, 22 de abril de 2019)

Los lectores de esta columna conocen los Nudges desde diciembre de 2013, cuando publicamos el artículo “Empujoncitos y afiliaciones pegajosas” proponiendo Nudges para aumentar la competitividad en el sector previsional. Más recientemente, en abril de 2019 planteamos una serie de Nudges (Nudges for Judges) para intentar mejorar la tasa de resolución de los jueces dominicanos.

¿Realmente crear más unidades administrativas ayudará a resolver algunos de nuestros principales problemas? ¿No sería abultar más el Presupuesto General del Estado?

La experiencia internacional con las Unidades de Nudges sugiere que sí ayudan a resolver problemas de manera costo efectiva, generando beneficios sociales netos.

Más que una institución llena de botellas (empleados públicos que no trabajan), las Unidades de Nudges tienden estar compuestas por reducidos equipos técnicos de especialistas en diseños de políticas públicas basadas en la Economía del Comportamiento.

Incluso, el BIT del Reino Unido inició con una cláusula (sunset clause) en su ordenanza de creación que definía que si en dos años la unidad no producía normas e intervenciones que generaran beneficios por más de 10 veces su costo operativo, dejaría de existir automáticamente.

En el caso del Reino Unido, la experiencia fue tan favorable que el BIT se independizó del gobierno formando una firma de propósito social global con colaboración privada juntamente con la ONG Nesta.

Entre los proyectos exitosos del BIT del Reino Unido, está por ejemplo haber aumentado la tasa del pago de impuestos con recordatorios de mensajes electrónicos (algo que yo he propuesto hacer con los jueces dominicanos para aumentar sus tasas de resolución); usar una lotería para motivar la participación y combatir la abstinencia electoral; y diseñar empujoncitos para motivar que las personas se registren como donantes de órganos.

Desde el año 2017, motivo a que mis estudiantes de postgrado de la Maestría en Derecho Administrativo y Regulación Económica de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), y de la Maestría en Derecho Público Económico del Instituto OMG (IOMG), diseñen y propongan Nudges o empujoncitos conductuales para combatir problemáticas criollas dominicanas.

Los resultados no dejan de sorprenderme. Los mejores trabajos están llenos de propuestas creativas, interesantes, costo-efectivas – y divertidas, sobre cómo usar la teoría de los Nudges para encarar problemas fundamentales que ni los decretos, ni la regulación convencional, ni los ministros han logrado resolver.

Ciertamente, el despliegue de talento joven, el espíritu de investigación y las propuestas basadas en estas novedosas ideas, son señales de que es tiempo de que la República Dominicana cree su propia Unidad de Nudges.

Probémoslo. Démosle 24 meses para presentar resultados. Y si no funciona que se destruya automáticamente como los mensajes secretos de las películas clásicas de espionaje.