Sí, Celso Marranzini tiene razón en lo que ha escrito (y ojalá le hagan caso)… ¿Para qué un reordenamiento territorial que multiplique por tres los municipios, ya de por sí excesivos en un paísito de apenas 48 mil kilómetros cuadrados que debe simplificar su administración, en vez de complicarla?¿Quién va a evitar que nuestra geografía se convierta en un verdadero rompecabezas?¿Quién garantiza, aprobado el nuevo ordenamiento, que tendremos una burocracia que sepa decir “sí” cuando se pueda y “no” cuando la ley prohíba, por ejemplo, construir viviendas alrededor de una fábrica o instalar una fábrica en medio de viviendas?