Una Marca País es como construir una estrategia de diferenciación, una especie de nicho, una manera de posicionarse a través de un eslogan. La Marca País es la estrategia distintiva que debemos de esbozar en el concierto del mundo para atraer gente a nuestro país; por ello su selección debe de englobar, escoger, entrañar lo que más nos  caracterice como pueblo, como sociedad, como nación.

Toda marca país significa la imagen, la reputación que queremos colocarnos en el mundo. La definición de la marca país significará toda la riqueza de imaginación que envuelva a sus definidores. Mientras más participación de actores existan en su definición más particularidades pueden incubarse, más especificidades y por vía de la sinergia, salir lo que nos identifique como tal de manera más significativa.

La marca país tiene en sí misma un valor tangible e intangible. Su construcción ha de ser el plus que atraiga, que mueva a miles de seres humanos hacia nuestro país. La marca país posibilita lograr una ventaja competitiva de un país, puesto que significa no solo la diferenciación, sino la reputación al sobresalir en algo con respecto a otros. La Marca país es un signo, una simbología, es la construcción de una semiótica. Es el verdadero status en que queremos colocarnos con respecto a un producto, un servicio o un conjunto de ellos.

Una marca país no concierne necesariamente al área turística, empero su origen viene dado por esta importante esfera económica, por lo que los hace anexos, contiguos, inexorablemente implicados, inextricablemente conexionados. Esos signos gráficos que amplifican lo que somos, nuestros anhelos, nuestros sueños, nuestra experiencia vital y nuestras expectativas. Es la concitación del todo que aglutina lo mejor de nuestro pueblo. Verbigracia: Puede ser un eslogan de un producto, de un servicio (turismo), un deporte, una música, una comida o una mezcla de marketing que sintetice todo el encanto de que somos capaces y sublimice nuestra autoestima colectiva.

La marca país constituye un signo gráfico, más allá del logotipo y del eslogan que lo envuelve y nos identifique, y al mismo tiempo sinergice todas las comunicaciones promocionales en una verdadera mezcla situacional. La marca país es hoy, un instrumento de posicionamiento por lo que su construcción tiene que ser elaborada con lo mejor, con lo que contiene mayor calidad del país y nos diferencie de los demás países, aunque contenga parte de otros. Una marca país debe de tener una alta legibilidad y recordación de parte de los usuarios, del pasado, del presente y del futuro. Es una construcción imaginaria permanente que engarza los distintos tiempos.

Una marca país debe concitar alegría, nostalgia bienhechora, calidad de vida, bienestar y esperanza, para una loable contestación social y no abrigue en su articulación indiferencia de los espectadores. En otras palabras, que tenga notoriedad, personalidad y prestigio. Que refleje la identidad corporativa de una organización, de un país en tanto fuente de posicionamiento y de diferenciación.

Una marca es como “individualizar, indicar, señalar, localizar, identificar y caracterizar”; por lo tanto, ya tenemos que repensar, reinventar nuestra marca de “Sol, Arena y Playa”; pues en sí misma es genérica ya que eso mismo lo tienen Puerto Rico, Jamaica, México, Haití, Cuba, Barbados, Costa Rica, Panamá, Bahamas, Antigua y Barbuda, Belice, Colombia… y otros en la región. Porque en esencia, una marca país es como un paradigma institucional que invita, convoca y concita, a través de una descodificación libertaria; que no mide solo descripción y narración, sino que las trasciende en su singularidad.

Como la marca país – país  marca, han de descomoditizar, diferenciar, cualificar; tenemos que reinventar nuestra marca, con los mejores atributos que el pueblo dominicano encierra:

a)      Merengue;

b)      Bachata-Merengue-Bachata, conjuntamente (el país del merengue y la bachata);

c)      El Deporte a través de la PELOTA;

d)     Ron;

e)      Gente alegre, buena y solidaria;

f)       Sol, arena y playa y algo más….

Es una lluvia de ideas para invitar a los ministerios a comenzar a actuar al respecto. Conviene resaltar que una marca país “es el signo identificador gráfico creado (normalmente por los gobiernos nacionales) con el fin de marcar (o sea inicialar, firmar) los bienes patrimoniales de cualquier género asociado al perfil estratégico del país…es una herramienta de identificación necesaria de un programa de posicionamiento nacional, interno y externo”.

El país necesita una identidad que exprese un eslabón en cadena marcaria nacional que englobe de manera sinergizante lo mejor de nuestra sociedad, para crear el perfil del país que nos marque, que nos institucionaliza y nos alinee para poder competir con éxito y mantener siempre a flote una estrategia diferenciadora y distintiva, que nos posicione en el concierto del mundo, que penetre en las dimensiones de mercado de la estrategia global

!Reinventemos y repensemos todo lo hermoso que tenemos!