Nueva York.-Desde Cristóbal Colón, que cayó preso por ladrón, hasta Leonel Fernández, que enfrenta la misma acusación, todos los gobernantes dominicanos se dedicaron a la acumulación de riquezas. Nuestros presidentes se aseguraron de que los ricos enriquecieran más, acelerando la depauperación de los pobres.

El único gobernante que asume con seriedad y efectividad la misión estatal de atenuar las desigualdades económicas es Danilo Medina.  En los últimos 19 meses Medina, como Robín Hood, tomó del dinero que pagan los ricos en impuestos para financiar 127 proyectos agropecuarios de los productores pobres.

Hasta mayo Medina había distribuido más de RD$1,370 millones entre productores que nunca obtendrían un préstamo bancario.

Modificar la Constitución y reelegir a Medina, para continuar ésta política, es una auténtica, urgente e impostergable necesidad nacional.

Medina interpreta esta coyuntura político-económica de manera magistral y, por vez primera, alineó a la República Dominicana con el rumbo histórico mundial contra las desigualdades

El Papa Francisco y el presidente Barack Obama piden reducir las desigualdades económicas.

Un estudio patrocinado por NASA, concluyó que las desigualdades causarán un colapso económico y político mundial. Las élites succionando dinero dejarán a los pobres, las bases de la sociedad, sin medios para sostenerse, ellos colapsarán primero, luego todo se vendrá abajo.

El estudio dice que así colapsaron todos los grandes imperios mundiales, desde el primero de ellos, Mongol, hasta el Romano.

Es lógica elemental, sin complicaciones, sacar el cemento y las varillas de la zapata de una edificación, para llevarlos al techo, provocará que la estructura completa colapse.

Apoyando a los de abajo, Medina garantiza la estabilidad de los de arriba y todos nosotros. No reelegirlo, retornando al pillaje y la acumulación de dinero robado, sería un crimen contra la nación y la humanidad. Los peledeístas serán los únicos culpables de esa atrocidad.