Desde un Estado moderno se diseñan políticas públicas para igualar a los ciudadanos en el territorio. La Política es el arte de gobernar el espacio público que compartimos. La Política como el arte de gobernar un proyecto común que se cimenta en la sinergia y se alimenta y es su naturaleza, negociar los distintos intereses contrapuestos, que emergen y se expresan desde ella permanentemente.

La Globalización trajo consigo una nueva forma y un nuevo contenido de la Política. Ella ha cambiado en su contenido, en el discurso, porque ha cambiado la realidad. El juego nodal de la política es articular la convivencia en los espacios públicos, en la Red Pública. No es asumir el triunfo de media República Dominicana sobre media República Dominicana. Es dirigir para toda la República Dominicana, con el mismo sentido y calidad para todos los ciudadanos y todos los pobladores.

Desde la Política tenemos que pretender gobernar el presente para cambiar y construir el futuro; no es gobernar y disfrutar el presente hipotecando el futuro y diezmando a las futuras generaciones. Unos de los Índices de Gobernanza es LA EFECTIVIDAD GUBERNAMENTAL que trata sobre la competencia de la burocracia y la calidad de los servicios públicos que ofrece el Estado.

¿Cómo se conoce una sociedad, cómo se expresa su decencia y su respeto a los ciudadanos y cómo se abordan los indicadores del atraso social de una sociedad determinada?

A través de sus servicios públicos; la calidad, cantidad y velocidad de los servicios públicos constituyen el signo más ostensible del alcance fundamental de una sociedad. No es una mera descripción aséptica lo que lo va a caracterizar, sino la necesidad de suturar y crear servicios públicos que coadyuven con el bienestar de vida y con su existencia como ser humano.

Algunos señalan el compromiso de una sociedad con su gente en cómo están las cárceles, otros en el cuidado de los cementerios. Existen otros que creen en cómo anda el transporte público y otros no tardan en ubicar los hospitales. De éste modo, los servicios públicos devienen en la cantera que expresa el contenido real de la democracia de un país. Los servicios públicos retratan la corporeidad del sistema; su sensibilidad e indiferencia.

¿Cómo son los servicios públicos en la sociedad dominicana?

Son una afrenta, una insolencia, un verdadero oprobio; constituyen un ultraje que en vez de coadyuvar a brindar un servicio, hostiliza y hiere a los ciudadanos y sus pobladores El ejemplo más paradigmático es el transporte público y su monopolio. Sencillamente un caos hilvanado con la muerte. Es una falsedad, como dramático, conmovedor y dantesco es el servicio de salud. Es el drama del infierno tener que ir a un hospital público. Es la simbología del oprobio y de la degradación humana.

En Dominicana no hay salud para todos y todas. El 20% de los dominicanos no tiene acceso a servicios de saneamiento. El 17% de la población no tiene acceso a fuentes de agua potable. De cada 1000 niños nacidos mueren 26. La mortalidad materna es de 106/100,000. De cada 100 embarazos, 22% son niñas y adolescentes. Tenemos una de la Tasa de Natalidad y Fecundidad más alta de la Región (22/1000 y 2.48 hijos por cada mujer).

El Sistema de Salud no tiene capacidad para enfrentar efectiva y eficientemente las enfermedades infecto-contagiosas, no cuenta con un Plan Estratégico inteligente y racional para hacer frente al aumento de las enfermedades crónicas y degenerativas, que por la composición demográfica, social y epidemiológica del país aumentarán su frecuencia. El 80% de las mujeres que mueren por embarazos son evitables, ello  es producto en gran medida, de un pobre servicio donde hay una ausencia de la calidad y capacidad de gestión. No existe actualmente un Sistema de Información único y efectivo para la vigilancia de la Salud Pública. Esto determina que las decisiones que afectan la salud pública se toman a ciegas. Los servicios básicos (agua potable, desechos sólidos, manejo de excretas y aguas negras), no cubren a toda la población. La inversión en salud es de apenas 1.8% del PIB. El Programa Social PROGRESANDO CON SOLIDARIDAD alcanza solo un 0.4% DEL PIB, mientras que en la Región los programas sociales rondan un 9% del PIB.

El Sistema Eléctrico es el símbolo iconizado e ironizado de la más grande estafa a la sociedad; aquí una clara alianza entre actores políticos y empresarios han propiciado poner de rodillas a una nación por más de 45 años. Un servicio inestable, caro y pésimo donde no se sabe si se paga la luz que llega o los apagones sempiternos.

Los ayuntamientos ni siquiera sirven para recoger la basura y la administración, supervisión, vigilancia y limpieza de los camposantos hace llorar al más insensible de los mortales. Es atroz, espeluznante y despreciable tener que romper el sarcófago de un pariente para que los rateros no se lo lleven de lo que sería “su morada final”, que se convierte en morada incierta por las acciones de los cacos.

Tenemos que hacer un pacto por la Red Pública que implique una redefinición de los servicios públicos, que sean diseñados, asimilados como parte medular de un derecho universal que sintonice como eje neurálgico, esencial de la inclusión social. Los servicios públicos son la puerta de entrada de una verdadera redistribución del ingreso. Son el fruto del compromiso de una sociedad para no tener distintos ciudadanos en un mismo territorio. Ellos nos dicen la verdadera voluntad política de los actores políticos, en su compasión y grado de empatía con los ciudadanos y con el futuro.

Un pacto, un consenso, significa compartir responsabilidades y la sociedad toda, en un ejercicio de empoderamiento, debe exigir mejores servicios para los habitantes de éste hermoso país. No debemos sentirnos bien ni mucho menos orgullosos cuando recibimos un servicio de calidad y los demás no lo pueden recibir, no digamos de calidad, sino horrible. Debemos de gritar basta ya porque la sociedad no es la mera suma de los que podemos sino de todos. Como esté ese todo estaremos nosotros, en gran medida por el efecto de la resonancia y de las ondas expansivas que genera la falta de inclusión social, cohesión social y el bienestar de vida.

¡Hay riegos y oportunidades. Asumamos el optimismo de la inteligencia para construir las ideas para cambiar y obtengamos el optimismo de la voluntad para sencillamente, transformar este estado de cosas que permita mejores servicios públicos y fecunde en la certidumbre la efectividad gubernamental!