La semana pasada el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), anunció en su informe trimestral sobre la actividad económica en el país, que la economía dominicana tuvo un crecimiento interanual de 0%, si comparamos el trimestre enero-marzo 2019 con enero-marzo 2020, todo esto ha sido provocado por el impacto de la pandemia del coronavirus en la economía dominicana.
Lo que resulta un poco extraño, es que esa cifra de crecimiento va en consonancia con lo que pronosticaron algunos organismos internacionales como el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), de que la economía dominicana iba a cerrar el año 2020 con un crecimiento de 0%. En ese mismo informe, el Banco Central de la República Dominicana acota que la actividad económica en marzo se contrajo un 9.4%, algo que resulta muy extraño, ya que el toque de queda se inició a implementar el 19 de marzo, por lo que levanta mucha suspicacia que, en solo 12 días, la economía sufrió tan estrepitosa caída.
Nuestro propósito no es criticar la cifra, simple y llanamente, sino ponderar ciertas inconsistencias en el manejo de las cuentas nacionales que podrían dar al traste con este resultado. Desde el año 2015 la República Dominicana utiliza la versión del Sistema de Cuentas Nacionales 2008, que fue elaborado por las Naciones Unidas, en conjunto con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial, entre otras organizaciones. El Sistema de Cuentas Nacionales 2008, contempla la utilización del método de enlace encadenado.
Hasta el año 2014, la República Dominicana, utilizaba un año base fijo que era 1991 que se les aplicaba a los precios constantes desde hacia un tiempo. Un punto débil de los cálculos de precios constantes por año base fijo es que la estructura de precios del año base refleja cada vez menos la real situación económica a medida que el período contable se vuelve más distante. Por lo tanto, después de un cierto período (generalmente en cada cinco años), el año base fijo debe avanzar y los datos respectivos del PIB deben volver a basarse, es decir recalculado de acuerdo con el nuevo año base. Además, a lo largo de los años, la estructura del producto cambia, especialmente en los procesos rápidos, por esa razón la estructura del producto del año base fijo refleja la situación real del año contable cada vez con menos precisión a medida que el período contable se vuelve más distante. Por lo tanto, cuanto más cerca año base para el año contable es, los cálculos de los precios constantes son más exactos.
En la aplicación del método de enlace encadenado, el crecimiento real de los componentes del PIB se calcula utilizando las ponderaciones más actualizadas (del año pasado). Por lo tanto, las tasas de crecimiento reflejan los cambios económicos con mayor precisión incluso lejos del año de referencia. De igual manera, realizar un cambio del año base ya no es necesario, tampoco hacer cambios del año se referencia no alterará las tasas de crecimiento. En principio el año de referencia puede ser elegido arbitrariamente. Sin embargo, por lo general, el año de referencia debe cambiar, por ejemplo, cada cinco años, como el caso del año base fijo, ya que dejar un ano de referencia por más de 5 años, para evitar que las cifras del PIB sean infladas por el cambio de precios que suscitan en la economía cada año, para de esta forma tener una idea más acabada de que tan real es el crecimiento del PIB. Por tal razón, utilizando un año de referencia como el 2007, no van a reflejar esos cambios que se vienen experimentando en la economía dominicana, a lo largo de los últimos años, por ende, ese crecimiento de 0% puede que resulte poco confiable. Otro elemento para tomar en cuenta a la hora de utilizar la metodología de enlace encadenado es como se calculan las variables con un signo cambiante, como, por ejemplo, el cambio en inventarios. Para este caso en específico, solo debe calcularse su contribución al crecimiento del PIB.
Para poder cerrar con un crecimiento de 0% en el 2020, la economía dominicana necesita crecer de manera sostenida todos los meses alrededor de un 2.7%, para poder superar la fuerte caída del mes de marzo, y la que se presume para el mes abril. No es momento de tratar de alterar nuestra realidad economía, no podemos ocultar una realidad inherente, y es que el PIB sufrirá una fuerte contracción fruto de esta pandemia, tratar de vender lo contrario es un desatino.