Si, pese a todo lo que hemos visto (¡Tantos puños en alto en marchas multitudinarias! ¡Tantas iras desbordadas en todos los espacios de la conciencia ciudadana! ¡Tantas proclamas y exigencias en vigilias y ante micrófonos y cámaras!)…Si, pese a todo esto, quien venga a gobernar, a partir del 16 de agosto del 2020, sea quien sea, no asumiera en serio su primer gran compromiso con este país; es decir, si no castiga a los corruptos y acaba la maldita impunidad, entonces que se prepare, porque lo que puede venir dejaría como juego de niños lo que pasa en Chile y Haití.