Carece de un liderazgo político sólido y capaz; carece de una clase capitalista que imponga el desarrollo; carece de un Estado bien organizado en todas sus partes; carece de organizaciones obreras y campesinas que tracen rutas reivindicativas; carece de una clase media organizada y políticamente activa; carece de alimentos suficientes para todos; carece de agua para toda necesidad…carece…carece…carece… (Es la palabra que rige su triste realidad)… ¿Qué hacer con Haití? Es la pregunta inevitable. La respuesta debe darla el mundo, porque el pobre pueblo haitiano lamentablemente carece de voz.