Es insólito que tres generales (¡¡tres generales tres!!), los primeros en ser públicamente denunciados por jefe alguno de la Policía Nacional, sean objeto de sanciones disciplinarias por haber sido negligentes (¿simplemente negligentes?) en el caso de los 60 millones (¡¡60 millones!!) perfectamente esfumados tras una especie de "operativo antiterrorista" contra unos alemanes, en Sosúa, por lo que están presos dos coroneles y sus subalternos. Pero cabe preguntar: ¿A dónde fue a parar el dinero? (Es evidente que hay tremendo gato entre macuto y es necesario que Castro Castillo hable más alto y más claro).