En los próximos comicios del mes de mayo los dominicanos tendremos la oportunidad de votar por “candidatos buenos y competentes” o “por candidatos malos e ineptos”. Nuestra propia conciencia guiará nuestra elección y, siendo así, nuestro voto deberá ser un “voto reflexionado”, o lo que es lo mismo, “bien pensado” y“fríamente calculado”.
Los ciudadanos deberán estar atentos para no dejarse influenciar, manipular ni engañar por la propaganda radial o televisa, los “discursos encantadores”, las caravanas, las francachelas, los abrazos fingidos, “las sorpresas” y las promesas baratas. Y mucho menos, por dinero. El ciudadano que vende su voto, vende su dignidad y su libertad. Serán muchos los partidos y candidatos perversos que intentarán comprar votos, sobre todo, a los ciudadanos más necesitados o con poca escolaridad.
Una cosa queda bien clara: antes de votar por un candidato, examínelo bien, cuestiónelo, revise su vida y su fortuna, sométalo a debate, determine si está del lado de los buenos o de los malos. “No permita que le den gato por liebre”. Piense que su voto, sumado al de los demás ciudadanos, es un instrumento poderoso para salvar o hundir el país. En el voto descansa el poder del pueblo.
Lo que realmente cuenta al momento de depositar su voto en la urna es el mandato de su propia conciencia, el firme convencimiento de que el candidato o candidata, para cualquier puesto público, posee las cualidades cívicas y morales como para garantizar un gobierno eficiente, honesto, justo; un gobierno para todos y no para un pequeño grupo, un gobierno libre de todo tipo de tráfico de influencias y corrupción.
Frente a la responsabilidad que tienen los ciudadanos y ciudadanas de votar por “candidatos moralmente buenos y competentes”, resulta muy saludable el someter a todos los candidatos y candidatas a un examen riguroso, a una especie de “pruebas nacionales”, para determinar si califican o no para garantizar una democracia sana, una justicia sana, una economía sana y las soluciones adecuadas a las grandes necesidades y problemáticas de los dominicanos. Los que no pasen, los que “se quemen” no merecen el voto de los ciudadanos.
Presento a continuación algunas de las preguntas que formarían parte de las “pruebas nacionales” que deberían aprobar los candidatos y candidatas que se presentarán en las elecciones de mayo de este año.
EL CANDIDATO, LA CANDIDATA:
- ¿Tiene buenas referencias como esposo (a), padre, madre, ciudadano, político (a)?
- ¿Es una persona honrada, puede justificar de dónde provienen sus bienes, propiedades o riqueza?
- ¿Es una persona emocionalmente madura o, por el contrario, carece de personalidad, tiene poco autocontrol, es cínica, prepotente e indolente?
- ¿Sirve de modelo cívico para su comunidad y para el país?
- ¿Es una persona en la que se puede creer y confiar o, por el contrario, es un (a) mentiroso (a) o demagogo (a)?
- ¿Ha dado muestras, en su vida pública y privada, de ser una persona honesta y transparente o, por el contrario, es una persona poco transparente y corrupta?
- ¿Ha hecho de la política una actividad de servicio o simplemente se ha aprovechado de la misma para obtener cargos, prebendas, privilegios o para enriquecerse?
- ¿Si ha desempeñado cargos públicos, lo ha hecho con honestidad, eficiencia y transparencia?
- ¿Tiene la capacidad para conocer los problemas económicos y sociales de su comunidad y del país, y para resolverlos eficientemente?
- ¿Es capaz de manejar los fondos públicos con pulcritud y transparencia o, por el contrario, fomentaría y toleraría la corrupción?
11. ¿Perseguirá a los corruptos de ayer y de hoy o, por el contrario, los protegería y le garantizará impunidad?
12. ¿Gobernará y beneficiará a todos los dominicanos o, por el contrario, sólo a los de su partido y los grupos económicos y políticos con los que ha hecho componendas y arreglos de aposento?
13. ¿Respetará los derechos humanos, políticos y sociales de todos los dominicanos y dominicanos y de los inmigrantes?
14. ¿Está utilizando en esta campaña recursos provenientes del narcotráfico, el crimen organizado y la corrupción?
15. ¿Ha comprado o está comprando voto o, por el contrario, hace una campaña limpia y honesta?
16. ¿Es capaz de representar dignamente a sus votantes o, por el contrario, sólo los utilizaría para conseguir un cargo y luego se olvida de ellos?
Usted puede agregar otras preguntas. Los candidatos y candidatas que “saquen malas notas”, los que “se quemen” en estas “pruebas nacionales”, deben ser declarados candidatos y candidatas malos, ineptos e incompetentes. Además, recuerde que éstos representan un serio peligro para el país. Por todo esto, pregúntele seriamente a su propia conciencia si debe votar por ellos. Escuche la voz de su conciencia. Entonces, lo más seguro es que su conciencia le diga: NO VOTE POR ELLOS.