Nueva York.-Aunque parece una contradicción, cuando los votantes de Ohio rechazaron una iniciativa para legalizar la marihuana, anunciaron un futuro promisorio para su legalización, en el continente.
En Ohio los votantes no rechazaron legalizar la marihuana, rechazaron crear un cartel de 10 corporaciones que monopolizarían el negocio.
Hasta Willie Nelson, el más ferviente defensor de la legalización de la marihuana, estaba contra esa propuesta indecente.
Los votantes de Ohio, desde luego arrebatados, tuvieron una percepción bien intensa de la realidad, evadieron el gancho. Rechazaron crear un monopolio corporativo que controlaría sus vidas, controlando la comercialización de ese producto de consumo masivo.
Escogieron la ilegalidad antes de entregarse al control corporativo.
Colorado, Washington y otros estados, legalizaron la marihuana recreativa, más de la mitad la legalizó medicinalmente. El senador y aspirante presidencial Bernie Sanders propone descriminalizarla federalmente, dejando que los estados la regulen.
Obama pronto se pronunciará.
La Suprema Corte de México la legalizó con fines medicinales. El nuevo primer ministro canadiense Justin Trudeau planea legalizarla. Uruguay, bajo el presidente Pepe Mojica, la legalizó, otros países la descriminalizan.
Cáncer de pulmón, cirrosis hepáticas y accidentes de tránsito, asociados al tabaco o al alcohol, por separado, matan más personas anualmente que todas las drogas ilegales juntas.
Los costos médicos del alcohol y el tabaco, sólo son comparables con los policiales, judiciales y penitenciarios de mantener la marihuana ilegal.
Legalizarla elminará la delincuencia de su comercialización, economizará millones en policías, jueces y cáreles, también aumentará los ingresos fiscales con nuevos impuestos; tentaciones irresistibles para los politicos.
Vivimos momentos de cambios cósmicos fundamentales, del clima, las fuentes energéticas, demandamos cambios politicos y económicos, desarrollamos nuevas perspectivas, la carne que ayer alimentaba, hoy produce cáncer.
Porque forma parte de éste despertar cósmico, legalizar la marihuana, más que una posibilidad, es el destino ineludible.