El tema de Energía y particularmente Energía  Eléctrica ha sido reconocido entre los principales escollos a la competitividad y la calidad de vida de las y  los dominicanos.

Sucede que cuando se le hecha gasolina a un automóvil como  energía química  ésta se transforma primero en energía calorífica y después en energía cinética o de movimiento; lo mismo con una planta termoeléctrica   o un salto de agua que pasa de energía potencial a energía cinética y de ahí a eléctrica.

El origen de todos esos procesos son las llamadas fuentes primarias de energía   en un 73%  importadas  correspondientes al petróleo, gas natural y carbón mineral;  están además las de aquel salto de agua (hidro)  con un 3% (como fuente en el sistema eléctrico es el 13%)  la leña con un 15% y el bagazo con un 7%, solar  1% y  viento con el  2%.

Son esas las fuentes primarias de energía para las actividades industriales, del transporte o de los hogares.

Sobre la energía eléctrica importantes publicaciones de  las últimas dos décadas, entre los cuales se destacan el Informe Atalli,  la Estrategia Nacional de Desarrollo y el estudio para el país que hiciera la Organización Latinoamericana de Energía-OLADE- han expresado claramente lo crítico del  subsector eléctrico entre cuyos factores  se destaca que la calidad y la fiabilidad del servicio eléctrico son muy reducidas y más que recurrentes sus interrupciones, las tarifas eléctricas son dos veces superiores a las medias observadas en Estados de la región (0.23 dólares contra 0.10); las empresas y no pocos hogares se ven obligados a invertir en generación propia. El sistema eléctrico es obsoleto dependiente de esas fuentes primarias importadas que destacamos principalmente del petróleo. En la distribución hay pérdidas de hasta el 25% por razones no técnicas como facturas no pagadas o robos en línea y `pérdidas técnicas en un 12% (37% total) mientras que  como promedio para América Latina  las pérdidas totales  no superan el 10%.

Ese conjunto de problemas lleva al Estado a  subsidiar al subsector eléctrico  con el  equivalente al 2% del PIB, es decir costos  superiores  a los 800 millones de dólares anuales.

Dada la  relevancia  de la crisis histórica y  profunda del subsector eléctrico se incluyó como uno de los pactos que hacía viable la Estrategia Nacional de Desarrollo un año después  para el 2013; es decir  el Pacto Eléctrico,  más a  5 años  sigue siendo  tarea pendiente.

Desde y más allá de Punta Catalina el tema-problema Energía y particularmente Energía Eléctrica es más que insoslayable, indudablemente fundamental e ineludible y que hoy ensombrece las perspectivas  nacionales para  un auténtico desarrollo.