Uno de los principales argumentos de quienes han pretendido  arrebatar el derecho adquirido de las militancias de los partidos a elegir a sus candidatos municipales, congresuales y presidenciales, acaba de ser desmontado por el PRM, en un lapso de 120 días.

Ese argumento de los defensores de las primarias “abiertas”, era que nuestros partidos políticos no tienen capacidad para formar  buenos padrones o registros de militantes para elegir a sus directivos y a sus representantes ante el congreso, los municipios y el país.

Hasta el  construido por el PRM ahora, los padrones de nuestros partidos eran simples listas vaciadas de nóminas y relaciones de personas de cualquier  procedencia.

Por eso las denuncias de que en esas listas han figurado jerarcas de las iglesias, miembros de los cuerpos armados, muertos de vieja data, y afiliados en los padrones de hasta tres partidos diferentes.

Fue así como se pudo “informar” de padrones de millones de miembros, en cajas no mostradas ni desglosadas ante nadie, más escondidas que gato entre macuto.

Para dejar atrás esa historia de padrones carabelita, integrados por “sábanas”, “colchones” y remiendos de injertos padrones extraños, el PRM decidió incluir una serie de filtros y controles para lograr un producto diáfano, seguro y confiable.

Se planteó  la posibilidad de que se usara el padrón de inscritos para las pasadas elecciones, que ascendió 1.2 millones  de miembros, al que los resultados asignados por la JCE al PRM agregaron unos 20 mil electores.

Como esos votos fueron emitidos en el nivel presidencial en favor de Luis Abinader, se alegó  que “ese sería el padrón de Luis”, y se solicitó volver a inscribir desde cero.

Tras empadronar a los integrantes de la estructura dirigencial en el Precot, fue iniciado el Programa de Registro de Militantes, con presencia paritaria de las dos principales corrientes.

Los inscritos tuvieron que apersonarse  a los centros de votación con cédula en  mano, llenando y firmando formularios pre numerados ante delegaciones de ambas corrientes y representantes de la estructura institucional.

Se creó una Comisión Nacional de Revisión, también paritaria, que verificaba los formularios  provenientes de los centros de inscripciones y los devolvían para hacer cualquier corrección en sus datos.

El PRM  logró la hazaña de validar 520 mil miembros en su padrón, que es el primero  construido  de manera  transparente, validado por las partes interesadas y la estructura institucional.

Ahora en vez de los menos de 120 días que le tomó al PRM confeccionar su padrón, los demás partidos dispondrán de unos dos 2 años, pudiendo aprovechar las experiencias del partido que justo ayer cumplió 3 años.

Las reformas que de las leyes de Partidos Políticos y del Régimen Electoral, que han de ser la base de  cambios institucionales que no puede seguir dilatando el país, tienen que incluir la confección de padrones con la diafanidad y confiabilidad que caracterizan al del PRM.

Si ese partido lo hizo en menos de 120 días, con más razón podrán hacerlo, en un mayor plazo, los demás partidos, con lo que empezaremos a cortar por lo sano una de las fuentes originarias de los defectos del sistema de partidos y en consecuencia de la democracia nacional.