¿Qué les dirá un visitante del Primer Mundo a su gente, al regresar a su país, después de ver que aquí cualquiera se pasa impunemente el semáforo en rojo en las narices de los policías del tránsito? ¿Qué pensará cuando lee en los diarios que la recogida de basura es un problema de interés nacional que no ha sido resuelto a lo largo de décadas? ¿Qué opinará sobre el hecho de que dos policías se hayan dormido en su vehículo de patrullaje sea noticia de primera plana, con declaraciones anexas de importantes autoridades? A su regreso dirá: “¡Ese es un país del carajo!”…(Si es que la risa se lo permite).