Se anuncia al mundo que la Presidencia de la Republica Dominicana, por primera vez en 176 años,  está acéfala, pues la persona que en 2016 fue elegida para desempeñarla durante cuatro años justo ha abandonado el cargo, sin pedir licencia, para dedicarse a tiempo completo, sin guardar ningún protocolo y sin siquiera usar mascarilla, al simple activismo electoral, utilizando, eso sí, muchos recursos del Estado, que son ajenos, todo lo cual es violatorio de la Constitución que él juró cumplir, y la Ley Electoral, que prohíbe a los funcionarios públicos hacer lo que él hace y seguirá haciendo, porque no hay quien lo reprima.