A los políticos no les gusta leer libros. Por eso se pasan toda la vida repitiendo las mismas ideas portadoras de mensajes  débiles, desfasados y poco relevantes, a pesar de que los gobernantes, los empresarios y los políticos son los que más se enfrentan a la presión de la necesidad de “estar al día”.

El expresidente Barack Obama siempre ha recurrido a la literatura para “huir de la burbuja del egocentrismo o para adquirir discernimiento”.  Llegó a decir: “No puedo asegurar que los libros me han hecho un mejor presidente. Pero lo que sí puedo afirmar es que me permitieron mantener el balance a lo largo de ocho años, porque este puesto es uno en el que los golpes llegan rápido y fuerte, y sin tregua”.

Más recientemente, en el 2020 cuando el  presidente del Gobierno español  Pedro Sánchez realizara una visita al Vaticano, el Papa Francisco lo animó a "construir la patria con todos" y recalcó la "difícil misión" del político de hacer progresar su país.

En esa misma ocasión le recordó que la labor de un gobernante tiene tres canales: hacer progresar el país, consolidar la nación y construir la patria. También le recomendó leer dos libros:  “El Síndrome 1933” y la Encíclica “Fratelli Tutti” (hermanos todos), de la cual le regaló varios ejemplares.

El primero, escrito por el intelectual comunista italiano Siegmund Ginzberg, de reciente edición, reconstruye detalladamente la conquista del poder por parte del nazismo y el desmoronamiento de todas las demás fuerzas políticas y sociales en una época de gran desencanto con la política tradicional. El Para refirió  que “las ideologías sectarizan, deconstuyen la patria, no construyen”. Y llamó a tenerlo presente.

En el segundo libro, subtitulado “Sobre Fraternidad y Amistad Social”, el Papa Francisco llama a la humanidad entera a descubrir en el amor una fuerza que debe transformar las relaciones internacionales, la política, la economía y la cultura.

Explica que hay un camino claro para construir un mundo mejor: una mejor política. La política del cuidado, la que permite cuidar unos de otros en la casa común. La mejor política será entonces la del diálogo y la amistad social en la casa común.

En momentos en el Presidente Luis Abinader ha invitado a los políticos, empresarios y al liderazgo nacional a aunar esfuerzos para construir un nuevo país, bien harían unos y otros, con leer estos dos libros, sobre todo, la Encíclica “Fratelli Tutti” (hermanos todos), un llamado contundente hacia una mejor política.

La encíclica “Fratelli Tutti” (“hermanos todos”) tiene ocho capítulos y 287 párrafos. Los títulos  de los capítulos son: 1. Las sombras de un mundo cerrado. 2. Un extraño en el camino. 3. Pensar y gestar un mundo abierto. 4. Un corazón abierto al mundo entero. 5. La mejor política. 6. Diálogo y amistad social. 7. Caminos de reencuentro. 8. Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo.

El Papá Francisco  resume en cinco aspectos una buena politica: 1.Trabajar por grandes principios y apostar por un servicio al bien común a largo plazo. 2. No buscar  únicamente asegurarse los votos. 3. Fomentar caminos de encuentro, escuchar el punto de vista del otro facilitando que todos tengan un espacio. 4. Promover una economía integrada en un proyecto social, cultural y popular que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial, y 5.Tener una visión amplia e inclusiva para llevar adelante un cambio integral.

También destaca la necesidad de combatir los principales enemigos de la buena política: la corrupción, el mal uso del poder, la falta de respeto a las leyes. Plantea una problemática ética de la política: la inequidad genera ineficiencia en la política.

La Encíclica identifica un conjunto de dinámicas preocupantes que indican una vuelta a un pasado más oscuro e incierto: “la historia da muestras de estar volviendo atrás. Se encienden conflictos anacrónicos que se consideraban superados, resurgen nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos” (FT, 11).

La Carta del Papa condena la concentración de la riqueza y la desigualdad, el “miedo al otro” manifestado a través de la xenofobia, ensimismamiento y edificación de muros físicos, económicos, políticos y  afectivos, prevalencia de la lógica de mercado y el consumo como propósito de la existencia humana, entre otras “sombras” propias del mundo del siglo XXI. (FT, 27).

Fortalece su visión de la solidaridad con la reflexión la parábola del buen samaritano (Lc 10, 25-37), y anima a no ser indiferentes ante el sufrimiento de otros: “Enfrentamos cada día la opción de ser buenos samaritanos o indiferentes viajantes que pasan de largo” (FT, 69). El buen samaritano se convierte en modelo del amor social y político (FT, 66).

El Papa genera un marco de corresponsabilidad dirigido principalmente a los tomadores de decisión del mundo, a los poderes económicos y políticos tanto locales como globales. El llamado a tomar acciones concretas lo hace a los que tienen el poder para hacerlo, a los líderes que pueden reconfigurar el sistema actual

Destaca también que la buena política se rige por principios éticos: “Ante tantas formas mezquinas e inmediatistas de política, recuerdo que «la grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo. Al poder político le cuesta mucho asumir este deber en un proyecto de nación» y más aún en un proyecto común para la humanidad presente y futura. (FT, 178).

Si los políticos y gobernantes dominicanos quieren liderar la transformación del país necesitan conocer y aplicar una sana política que convoque a todos los sectores, liderazgos y ciudadanos de distintos ámbitos y que contemple las futuras generaciones. No se trata de una tarea exclusiva de los partidos políticos.

Al final de la Carta el Papa vuelve a recordarnos la parábola del buen Samaritano: “Sólo identificándose con los más necesitados se llega  a ser hermano de todos. Que Dios inspire este sueño en cada uno de nosotros. Amén”. (FT, 287).

La Encíclica “Fratelli Tutti” constituye guía profunda y actualizada para la instauración de una sana política. Ojalá que los gobernantes y políticos del país se animen a leerla. ¡Se notará en su discurso, en sus actos  y en sus decisiones políticas!