Poema al Coronel Fernández Domínguez, al cumplirse este 19 de mayo el aniversario 51 de su muerte en combate por la Patria en 1965. (Escrito por Koldo)
El tiempo y su palabra
Todo se interrumpió cuando el disparo,
todo menos el tiempo y su palabra
porque el tiempo no sabe de emboscadas,
de prórrogas, de atajos,
de páginas en blanco,
y a cada biografía le reserva su gracia.
Y el tiempo y su palabra,
indesmayables,
convocaron principios,
aunaron voluntades
y urdieron el camino.
No fue un marine americano, fueron todos,
como infame caterva de cipayos,
charanga de pendones y birretes,
comparsa de ciempiés y mojigatos;
fueron sus intereses,
sus cargas y sus cargos,
la iniquidad del golpe,
fue la coronación del triunvirato.
Todo se interrumpió cuando el disparo,
todo menos el tiempo y su palabra
porque su voz no es voz que ya no sea,
ni expediente archivado,
ni razón envainada,
y a cada nueva cita le guarda su semblanza.
Y el tiempo y su palabra,
inapelables,
enfrentaron demonios,
alentaron conciencias
y dieron testimonio.
No fue un marine americano, fueron todos,
como asociada turba de sicarios,
cofradía de pollos y gallinas,
consorcio de uniformes y sotanas;
fueron sus dividendos,
sus cuentas y sus cuentos,
la impunidad del lucro,
fue la consagración del atropello,
Todo se interrumpió…
todo menos el tiempo y su palabra,
porque por los caminos de su patria
anda naciendo un sueño
que ha de encontrar redaños
hasta batir al viento las flores de sus alas
Y el tiempo y su palabra,
inseparables,
desmentirán olvidos,
desarmarán espantos
y emplazarán al alba.
(Koldo)