Desde 1613, cuando llegó a Nueva York, procedente de Santo Domingo, el marino mercante Juan Rodríguez (primer inmigrante hispano en los Estados Unidos), nadie pensó que, cuatro siglos después, militantes del “Political Plátano Power”, hijos de la alborotista diáspora dominicana, ocuparían importantes posiciones en el “stablishment”; tan importantes que vaya usted a saber si mañana les toca a Tom Pérez (líder único e indiscutible de la oposición demócrata) y a Adriano Espaillat Cabral (verboso senador del estado de Nueva York), sacar a empujones del Salón Oval de la Casa Blanca al loco que trabaja ahí. (¡Cosas veredes, Sancho!).