La historia del periodismo escrito por mujeres dominicanas en el siglo XIX es un tema aún pendiente de un mayor estudio e investigación, así como la recopilación de sus textos dispersos en publicaciones de la época. Siempre es gratificante dejarnos seducir, y,   tender una mirada hacia el pasado, sobre todo para descubrir a  aquellas pudieron ir más allá del oleaje de sus gestos, frecuentando la escritura de mujer ,conscientemente, y el espacio imaginario como un ritual que animaba su silencio y sus territorios afectivos, resquebrajadas por el sueño o las posibles fisuras que pudieran hacer al orden patriarcal o la herencia confinante del discurso androcéntrico que no les  daba cabida a  otros roles que no fueran la soledad como reverso de su suerte de ser esposa y madre.

¿Cómo llegué al periodismo/literatura de género?

Los estudios  de comunicación social  no pueden echar a un lado la necesidad de conocer y reconocer la geografía y la territorialidad de la creación femenina. Todo discurso del saber siempre trae consigo dicotomías, fragmentaciones, y un desafío de oponer el pasado al presente.  Santo Domingo  es un lugar, un espacio con muchas historias de mujeres que aún permanecen anónimas.

Virginia Elena Ortea. Nació en Santo Domingo, el 17 de junio de 1866. Falleció en Puerto Plata el 30 de enero de 1903Por tanto, reconstruir la autoría femenina de las periodistas dominicanas de fin-de-siglo,  es  hacer el hallazgo de textos dispersos de la época decimonónica en periódicos  y revistas, tanto nacionales como  en  bibliotecas del archipiélago de las islas caribeñas, como una forma de  romper con las desheredades a las cuales ha sido empujada la mujer en el discurso dominante patriarcal. Es así, como el sistema de recolección de datos sobre una temática  como el periodismo de mujer o el periodismo de género  conlleva ciertas dificultades para su investigación.

Nuestro primer interés sobre el periodismo y la escritura femenil del siglo XIX surge cuando por un azar del destino nos llegó el nombre Virginia Elena Ortea (1866-1903),  una escritora dominicana casi desconocida, de la cual en 1989 habíamos escrito un breve ensayo  titulado "Virginia Elena Ortea: sus juegos de alusiones en Risas y Lágrimas", partiendo de un libro suyo que extrañamente cayó a nuestras manos editado en 1978 por Alfa & Omega con carta-prólogo del Dr. Sebastián Rodríguez Lora. Fue desde entonces que iniciamos con énfasis lo que hasta ahora nos ha ocupado: cerrar el ciclo de vidas de mujeres idas a destiempo.